Los reyes Felipe y Letizia, sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la reina Sofía han asistido este domingo a la misa del Domingo de Resurrección en la catedral de Palma, como es tradición durante la estancia de la familia real en Mallorca por las vacaciones de Semana Santa.
Es el segundo año que don Felipe y doña Letizia asisten como reyes a esta misa, a la que acudían en ocasiones anteriores como príncipes de Asturias.
Alrededor de un millar de personas, entre turistas y curiosos, se han congregado a las puertas de la seo mallorquina para ver a los Reyes, que han llegado sobre las 12:00 del mediodía, hora de inicio del acto religioso.
Al igual que el año pasado, el Rey ha llegado conduciendo su propio vehículo, acompañado de la reina Letizia, sus hijas y la reina Sofía, resguardados por varios coches de seguridad.
El obispo de Mallorca, Javier Salinas, los miembros del cabildo catedralicio y acólitos han dado la bienvenida a la familia real a su llegada a la catedral, donde se ha notado la ausencia de representantes del Gobierno balear, conformado por socialistas y econacionalistas, con el apoyo de Podemos.
Los Reyes y sus hijas han posado unos minutos para los fotógrafos y cámaras apostados a las puertas del templo antes de entrar a la misa y han saludado al público, que les ha aplaudido a su entrada.
La reina Letizia vestía unos pantalones negros y una blusa marinera, que ha combinado con un abrigo y bolso fucsias, mientras la reina Sofía ha elegido un abrigo de flores en tonos verde y morado. El rey Felipe llevaba un traje azul claro, y sus hijas, pantalones y rebecas en tonos pastel.
La misa ha durado unos 45 minutos y ha contado con la participación de las corales de la Escolanía y la Capella Jove de la Seu. Don Felipe y doña Letizia llegaron este pasado sábado a Palma, mientras la reina Sofía ha permanecido en la isla unos días más.
Vïtores a las puertas
A la salida, los reyes han vuelto a posar para los fotógrafos y han recibido los vítores de los asistentes, alguno de los cuales ha gritado, "¡Viva el rey, viva la reina!" y "¡Guapos!".
Este año, al igual que el anterior, no han acudido a Palma por las vacaciones de Pascua ni el rey Juan Carlos ni la infanta Elena.
La infanta Cristina lleva apartada de los actividades en las que participa la familia real desde 2011, pero, junto a su marido, Iñaki Urdangarin, han estado en la capital balear semanas atrás, cuando tuvieron que declarar como acusados en el juicio del caso Nóos.
Ha llamado la atención la ausencia de las autoridades de las islas, a diferencia de los últimos cuatro años, durante el Gobierno balear del PP, cuando el presidente del Ejecutivo autonómico, José Ramón Bauzá, solía dar la bienvenida a los reyes a la tradicional misa de Resurrección.