Los socialistas andaluces nunca se han fiado de Podemos y ahora que el proceso de negociación está en plena cuenta atrás, han vuelto a la carga para advertirle al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de que no creen que tengan ninguna voluntad de acuerdo. A esto añaden la dificultad de que la formación morada tiene varias almas con las que es difícil negociar y hay que saber con cuál de ellas se va a sentar a dialogar.
Así, lo que dijo Susana Díaz antes del comité federal de este sábado, lo han vuelto a recalcar: en Podemos coexisten los que pretenden la consulta en Cataluña, el que firma un acuerdo con medidas sociales y de regeneración en Valencia, o los que torpedean al Gobierno andaluz desde una izquierda anticapitalista que ensalza al concejal jienense Andrés Bódalo, encarcelado la pasada semana por un condena de agresión a un exconcejal socialista de Jódar (Jaén). Con independencia de quien se siente a la mesa, en el PSOE-A recuerdan que hay límites, estos están en la resolución aprobada por el partido el 28 de diciembre y en el pacto con Ciudadanos.
“Ojalá me equivoque, pero no creo que Podemos vaya con ganas de acuerdo”, ha dicho el secretario de Organización, Juan Cornejo, aunque ha admitido que sería “lo deseable” para superar la situación de bloqueo actual (está tanto en manos de Podemos como del PP). La prueba de que no ve esa predisposición del partido de Pablo Iglesias a buscar puntos de encuentro es que hasta la fecha no han puesto “ningún elemento de acuerdo sobre la mesa” y sí siguen enfrascados en un juego “rocambolesco” de “grandes titulares, de entregas de libros, de sillones y de ceder en lo que se tiene”.
Entre los socialistas andaluces crece la idea de que si hay un cambio de rumbo por parte de Podemos, este estará marcado por una caída electoral que empiezan a constatar las encuestas. Sólo en ese escenario tendría cabida la abstención porque las elecciones no le convienen, tal y como aseguran
El electorado "premiará" al PSOE
Tampoco los sondeos le son favorables al PSOE, que parece no acabar de rentabilizar el pacto de El Abrazo suscrito con Ciudadanos, mientras los de Albert Rivera sí logran aprovechar ese tirón ante una hipotética repetición de elecciones. Ese estancamiento de los socialistas en los 90 escaños, la cota más baja que han alcanzado, preocupa en Andalucía. Aunque de cara a la galería se minimiza cualquier sondeo y manifiestan que si se sigue trabajando, el electorado “premiará” al PSOE, por “haber hecho los deberes” y no estar en la estrategia de “postureo” y en los cálculos electorales, lo cierto es que están inquietos.
Aún no se ha sabido sacar ventaja de este acuerdo y más con un PP que ha tocado su suelo electoral y de ahí parece que no se mueve, y Podemos cotizando a la baja. Eso puede verse como signo de debilidad de Sánchez y por eso, aunque se evite hablar de elecciones, la pregunta sobre su idoneidad como candidato está en el aire. En el PSOE andaluz no quieren entrar al trapo de si es o no el mejor candidato, y se tira de manual: no se está buscando candidato, se está en la constitución de un gobierno, y si llega ese momento, ya se verá quién y por qué mecanismos porque, aunque hay un reglamento de primarias abiertas, los tiempos están muy ajustados y juegan en contra.