Vuelve con fuerza la pinza entre fuerzas antagónicas. El misil de Pablo Iglesias contra el pacto de El Abrazo que firmaron PSOE y Ciudadanos ha sido recibido en Moncloa y Génova con fuegos artificiales. En el Partido Popular aplauden que “por fin se vea que la propuesta de los socialistas es pura ficción” y creen que el gran beneficiado de la intransigencia de Podemos será Mariano Rajoy.
Un día después de la escenificación de la ruptura entre las fuerzas del cambio, el Partido Popular venderá este sábado la imagen de la unidad de la que “ahora ningún otro partido puede presumir”. En Barcelona, justo en el momento en el que el referéndum vuelve a ser el escollo para cerrar un acuerdo entre PSOE, C´s y Podemos, Mariano Rajoy reaparece acompañado de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal y de todos sus vicesecretarios. El PP ante los españoles es piña en el momento más complicado para Pedro Sánchez.
Rajoy aprovechará su intervención para volver a tender la mano al secretario general del PSOE. Sin moverse ni un milímetro de la postura que mantiene desde el 21 de diciembre, el líder del PP volverá a reclamar una gran coalición para evitar unas nuevas elecciones. “Dejaremos bien claro que quien ha puesto el veto han sido los socialistas; que quien no ha querido negociar con nosotros han sido ellos. Sin embargo, queremos seguir tendiendo la mano para que, si se disuelven las Cortes, podamos decirle a los ciudadanos que no fue por nuestra culpa”.
Además, la unidad de España que ha dinamitado las negociaciones a tres será el eje del encuentro de los populares de este sábado. De cara a las nuevas elecciones, el PP quiere recuperar de nuevo esta bandera que en Cataluña le arrebató sin piedad Ciudadanos. "Tenemos que recuperar el terreno perdido, y lo tenemos que recuperar ya, mientras los demás aún sueñan con un cambio que nunca llegará", confiesan.
Encuestas alentadoras
Las encuestas internas que manejan en el PP son alentadoras, por eso un escenario electoral no les da ningún miedo. Los conservadores creen que los siete millones de votos que consiguieron el 20D podrían convertirse en muchos más. “El votante enfadado con las medidas políticas de la legislatura pasada que depositó su voto a C´s como voto de castigo lo recuperamos.
Además, muchos de nuestros fieles que no fueron a votar entonces sí que irán por el falso idilio que han montado Sánchez y Rivera”. Aunque se muestran muy cautos a la hora de vaticinar qué porcentaje de voto sería capaz de recuperar, los conservadores lo tienen claro: “La estrategia será culpar a Sánchez de estos meses de ingobernabilidad y a Rivera, por intentar un pacto que sabía que aritméticamente era imposible”. Ocho millones de votos no creen que sea una cifra imposible de conseguir.
Cuando Mariano Rajoy dijo 'no' al Rey y dejó la posibilidad de gobernar a Pedro Sánchez, la moral de gran parte de las bases y algún que otro alto cargo del PP se hundió. Hubo días en los que creyeron que los socialistas podían quitarles el Ejecutivo y reprochaban al líder su inactividad. Sus asesores más cercanos intentaban insuflar algo de calma apelando al perfil del presidente: “Rajoy es un registrador de la propiedad que estudiaba hoy para hacer un examen dentro de cinco años. Paciencia, paciencia, paciencia”. Hasta hoy. Pleno al quince.
"O nosotros o el caos"
El PP vuelve a recuperar la moral gracias precisamente al batacazo de sus contrincantes. “Es una cosa asombrosa. Sin hacer absolutamente nada, las encuestas indican que conseguiremos un resultado mejor que el 20D”. Mientras el tiempo para disolver las Cortes se agota, los conservadores siguen con sus actos de campaña electoral por distintos puntos de España y paseando al presidente del Gobierno en funciones por municipios pequeños. “Venderemos la idea de que la solución seguimos siendo nosotros. Lo demás, está comprobado: es el caos”, resume un alto cargo de Génova.