Ignacio Frade, el cirujano asaltado y retenido el lunes en su clínica dental de la avenida del Mediterráneo, ha avisado este miércoles a los dos autores de los hechos, a los que llama en todo momento "sicarios", que "no les tiene miedo": "Si algo más me pasa a mí, a mi padre o a mis hijos, sabréis quién ha sido".
Frade fue testigo clave en el conocido como caso de Antonio Meño, que quedó en coma durante 23 años tras una operación de rinoplastia. En su día, Frade aseguró que estuvo presente como aprendiz del cirujano en la intervención que se sometió a Antonio Meño y observó cómo el tubo de la anestesia se desconectó, sin que el anestesista estuviera en la sala.
El cirujano ha convocado este mediodía a los medios de comunicación -más de una veintena se acercaron a las puertas de su clínica- para agradecer a la Policía y a los GEO que se desplazaron para ayudarle y a los periodistas interesados en su caso.
"Esos sicarios tienen conocimiento de todo lo que yo hago, dónde vivo, dónde como, las personas que me rodean, etcétera. Conocían a las personas que trabajan conmigo. Han dejado mucho rastro y espero que la Unidad especial de Atracos dé con ellos", ha añadido Frade.
El cirujano quiso resaltar la labor de las autoridades en todo momento. "Creo que la Policía es la mejor que tenemos. Tiene unos medios espectaculares, estamos muy protegidos por las Fuerzas de Seguridad y tarde o temprano las personas que han hecho estas cosas caerán", ha proseguido.
De hecho, tras tres horas y media con los agentes en el lugar de los hechos y recoger las huellas y otros indicios, ha asegurado tajantemente que "van a detener a los culpables". "Han recogido todo tipo de pistas para detener a estos asesinos, armados. Les van a detener seguro, en una, dos o tres semanas".
Y es que el cirujano está convencido de que hay "una persona detrás de él", ya que la clínica ha sido robada previamente, desvalijaron su casa hace meses y ahora "intentaron secuestrar" a su padre. "Esto es la guinda", ha dicho.
Sin detalles sobre los documentos
Frade no ha querido desvelar en ningún momento qué contenían los documentos que supuestamente querían robar porque la Policía le ha pedido "que no entorpezca la investigación y no desvele los datos". "Todo lo tiene custodiado la Policía. No son pacientes ni clientes. Son gente muy profesional, se dedican a esto", ha revelado.
Preguntado por los periodistas, el médico ha manifestado que está "totalmente en orden" con Hacienda y que previamente no le habían amenazado. Eso sí, ha insistido en que "robaron y destrozaron" hace un mes su casa, buscaron en lugares donde dejaba una pequeña cantidad de dinero y robaron el año pasado la consulta.
"Todo está relacionado con personas que tienen interés en hacerme daño y perjudicarme. No es normal que en dos años me hayan robado tres veces, dos en la consulta. Y ahora que me intenten casi asesinar. Hay alguien en esto", ha añadido.
También aludido por los medios, Frade ha indicado que la relación con sus exparejas es "perfecta", pero que no iba a revelar si cree que están relacionadas con el asalto. "Cuando la Policía me lo permita yo diré las personas involucradas y qué buscaban", ha prometido.
EL RELATO DE LOS HECHOS
El lunes, el cirujano llego a casa sobre la hora de comer y se encontró con una persona dentro que se identificó como inspector de Hacienda.
"Me llevó hasta el despacho de mi padre y allí estaba atado él, Marivi, que es la cuidadora de mi padre, y otra personas gruesa, con una especie de gorra y gafas. Me pidieron que me diera la vuelta para atarme y que lo hiciera fácil. En ese momento me enzarzé con uno de ellos para defender a mi padre. Entonces me empezaron a golpear en la cabeza con un objeto contundente. Empecé a sangrar a borbotones y pensé que ya no volvería a hacer cirugías. Me encañonaron con una pistola y me ataron con cinta americana. Estabahecho polvo y me intentaron reanimar con agua. Fueron instantes dramáticos y trágicos para mí", ha relatado.
Una vez recuperado, los ladrones pidieron al médico que le entregara "los papeles". "Entonces le pedí a mi padre que se calmara por favor, porque eran sicarios. Le pedí a Mariví que bajara a la consulta a por los papeles. Al final le di las llaves de la consulta y en ese momento me desaté de las ataduras, llamé a la Policía y les conté que era un atraco con dos rehenes", ha continuado.
Siguiendo su versión, mientras pensaba que los atracadores aún estaban con la cuidadora salió a la calle y paró a un coche de la Policía para explicarles lo sucedido. "Lo primero es la vida de mi padre, la de Mariví y la mía", ha dicho Frade.
Sin embargo, en ese momento los asaltantes ya no estaban en la casa. "Según ha contado Mariví, bajo con ellos en el ascensor, cogieron las llaves y la volvieron a meter en es ascensor. Y entonces se marcharon. Ya hemos cambiado todas las llaves", ha apostillado.
El cirujano ha subrayado que hay una cámara de seguridad en el portal que supuestamente grabó todo lo sucedido y que tanto la cuidadora como su padre pueden reconocer a los autores, ya que iban con la cara descubierta. Incluso él puede reconocer al más delgado de los dos, ya que el más gordo le pidió que no le mirara mientras le encañonaba con una pistola.
"Cuando caí al suelo lo vi todo borroso porque no tenía las gafas y soy miope. El ojo derecho me sangraba. Lo veía todo borroso. La mejor que lo vio todo fue Mariví", ha concluido.