García Revenga: “Iñaki buscaba con Nóos un ánimo benéfico y social pero también lucrativo”
El exasesor de las infantas asegura que en la Casa Real le puenteaban y niega que se controlaran las cuentas del entramado de Urdangarin.
20 abril, 2016 12:30Noticias relacionadas
El exasesor de las infantas Cristina y Elena de Borbón, Carlos García Revenga, ha negado varias afirmaciones realizadas por Iñaki Urdangarin durante su interrogatorio como acusado en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Baleares. Pero la más importante es que para el trabajador de la Casa Real, el Instituto Nóos no era una asociación sin ánimo de lucro, tal y como defendió por activa y por pasiva el cuñado del rey Felipe VI.
En su declaración como acusado, Urdangarin insistió que el único fin de Nóos era benéfico y social y el dinero que se obtenía se empleaba para llevar a cabo proyectos de esta índole. Sin embargo, García Revenga, que ha declarado como testigo, no sostiene lo mismo: “El ánimo del Instituto era el benéfico y social pero también el lucrativo. Querían aprovechar el tirón de Palma y evidentemente todo esto tenía una repercusión económica”.
Esta afirmación tira por tierra lo mantenido tanto por Urdangarin como por su ex socio Diego Torres. El propio García Revenga fue hasta 2006 tesorero del Instituto Nóos pero él siempre creyó que se trataba de un fundación pero no sin ánimo de lucro. “Me he enterado después que el Instituto Nóos era una asociación sin ánimo de lucro. Pensé que era un think tank, para ayudar a empresas en su línea de actuación”, explicó a preguntas del fiscal, Pedro Horrach.
A pesar de constar como tesorero, él nunca ejerció esa labor. “Me dijeron que en las fundaciones quienes mandaban eran el presidente y el secretario, y por eso acepté ser tesorero. Pero no hacía nada en relación con la tesorería”, explicó durante su interrogatorio como testigo.
“La Casa me puenteaba”
Quien fuera durante 22 años funcionario para la Casa Real, insistió que entró en Nóos porque se los pidió Don Iñaki. Lo hizo por “amistad” y “nunca cobró ni una peseta, ni un euro por ello”. Tanto él, como la infanta y Urdangarin abandonaron el instituto en 2006. Según la versión del ex duque de Palma, lo dejaron por recomendación de la Casa Real, después de que un diputado de las cortes baleares preguntara en el Parlamento por dinero público entregado a Nóos. Sin embargo, García Revenga no sabía nada de eso.
“En 2006 me fui de Nóos porque me lo pidió don Iñaki. Se quedaba Torres al frente. Me dio la sensación que había surgido algún tipo de problema entre ellos”, explicó. “¿No preguntó las razones?”, le insistió el fiscal. “Siempre he tenido una relación un poco especial en todos los niveles. Yo en la Casa Real nunca pregunto si no me dicen. Así que no pedí explicaciones”, aclaró.
Urdangarin aseguró en su interrogatorio que el asesor jurídico del rey Juan Carlos I le citó para recomendarle que dejara Nóos, tras las noticias publicadas. García Revenga sostiene que él desconocía tal reunión. “¿Me puenteaban? Sí. No se porqué circunstancias pero Alberto Aza -secretario del Rey- no tenía puesta su confianza en mi o yo no supe ganarme su confianza y no teníamos una relación fluida. Y supongo que Alberto tomó las decisiones pertinentes y habló con Romero. Pero yo de eso no me he enterado”, aseguró en su interrogatorio en la vista pública.
El propio García Revenga jamás habló con José Manuel Romero, conde de Fontao, sobre el Instituto Nóos. “El conde de Fontao y yo no terminamos muy bien por el asunto de la separación de la infanta Elena”, explicó. Romero declara este jueves también como testigo en le juicio.
La Casa no controlaba las cuentas de Iñaki
Al inicio de la instrucción de la causa, García Revenga estuvo imputado pero finalmente la Fiscalía y demás partes consideraron que no existían indicios racionales de criminalidad para sentarle en el banquillo de los acusados. En su intervención en el juicio, aseguró mantener una relación de amistad con la infanta Cristina de Borbón -que sí se encuentra acusada- y su marido. Sin embargo, García Revenga ha desmentido varios extremos de éste último.
La línea de defensa de Urdangarin en el juicio que apoyarse en el control absoluto de la Casa Real en sus actividades en el Instituto Noos. Así, sostuvo que el asesor fiscal de la Casa, Federico Rubio, controlaba las cuentas tanto del Instituto Nóos como de todo el entramado empresarial montado por los dos ex socios. Pero esta afirmación ha sido desmentida por García Revenga. Él aseguró que únicamente recogía los datos de la infanta Cristina para mandárselos a Federico Rubio, que era quien le hacía la declaración de la renta a la infanta, así como al resto de miembros de la familia real. “No recogía los datos de Urdangarin, ni de Torres, ni del Instituto, ni de Nóos Consultoría”, afirmó a preguntas de la abogada del Estado, Dolores Ripoll.
Urdangarin también llegó a asegurar que “no daba un paso sin consultar a García Revenga”. Pero esta afirmación tampoco ha sido corroborada por éste. Sí reconoció mantener una amistad con “don Iñaki” y sí que éste le consultó dudas protocolarias, por ejemplo, al enviar alguna carta. Sin embargo, apostilló: “Cuando conocí a Iñaki en 1996, era un deportista, estudiante y me consultaba muchas cosas. Luego se rodeó de personas de mucho más nivel que yo, como el propio Torres, y cada vez me consultaba menos cosas, pero me parecía lógico porque tenía a personas más capacitadas que yo alrededor”.