El cronómetro para la nueva cita electoral ya está en marcha y el PP teme que el 26 de junio el partido no cuente con interventores y apoderados suficientes ante la desconexión que existe entre la cúpula y las bases. Los conservadores han presumido siempre de su fuerza en las citas electorales, el día que tradicionalmente centenares de voluntarios han acudido en masa a los alrededores de las urnas para ayudar a los ciudadanos a decidir su voto si aún tienen alguna duda. Sin embargo, las bases del partido en algunas provincias han dejado de movilizarse y la cúpula del partido ya ha preparado una ofensiva centrada en la movilización de Nuevas Generaciones para el 26-J.
En el PP son conscientes de que “existe un distanciamiento real entre los militantes de base y la cúpula del partido. Es evidente”. Sin embargo, cuentan con que quedan dos meses para las nuevas elecciones y las direcciones regionales ya se han puesto manos a la obra para conseguir cubrir el mayor número de colegios electorales posible.
En Madrid capital, en algunos distritos como Tetuán, Retiro y Salamanca, se convocó a los interventores y apoderados que ayudaron el 20-D para agradecerles el gesto y pedirles un esfuerzo extra en esta nueva vuelta. “Fue un aperitivo para agradecerles públicamente su labor desinteresada e intentar hacerles entender lo importante que es que vuelvan a ayudar el 26-J. Tenemos que demostrar que somos los más fuertes y llenar todos los colegios electorales es una manera de demostrarlo”, reconocen fuentes internas del partido.
La situación de ruptura entre simpatizantes y el aparato es especialmente alarmante en algunas comunidades como Cataluña, País Vasco o la Comunidad Valencia. En las elecciones autonómicas del 27-S, los conservadores tuvieron tan poca ayuda de militantes de base que tuvieron que reclutar a más de mil voluntarios de Valencia para supervisar el recuento de votos.
Valencia, la tierra a reconquistar
En el País Vasco, la llegada a la dirección del partido de Alfonso Alonso ha supuesto un balón de oxígeno para tender puentes hacia la base. “Antes, el partido estaba totalmente roto. Los militantes están muy enfadados y no quieren ir a actos de partido. Ahora parece que se está recomponiendo la confianza poco a poco”. La mayor quiebra entre base y cúpula está ahora en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, la dirección del partido se resiste a perder este feudo histórico y se ha propuesto recuperar parte del voto perdido. La operación Taula en general y el enroque de Rita Barberá a su escaño del Senado ha “terminado de colmar la paciencia de todos: es imposible que confíen en nosotros si no soltamos lastre con los señalados”, aseguran fuentes del partido regional.
Recuperar la ilusión del militante se ha convertido en una de las obsesiones del partido hasta tal punto que fue el propio Mariano Rajoy quien cerró el domingo pasado una convención con los más jóvenes del partido en Córdoba. Tampoco faltaron los vicesecretarios con los que los más jóvenes sí se sienten representados: Pablo Casado, Andrea Levy y Javier Maroto. En el foro, decenas de jóvenes se quejaron ante la dirección del partido la desazón que les produce defender las siglas del partido. Algunas de las críticas más repetidas fueron que “por culpa de la corrupción nadie se atreve a decir que es del PP”; “no sabemos qué decir cuando nos dicen que tenemos el partido lleno de corruptos”; “hace falta más contundencia”.
Una nueva imagen
Fue Pablo Casado quien pidió a todos que, a pesar de las dificultades, acudan a todos los sitios donde les llamen para vender su producto y dejar claro que la corrupción es cosa de personas, no de partidos. En Madrid, la presidenta de la gestora, Cristina Cifuentes, organizó el jueves un acto para dar la bienvenida a los militantes que acaban de incorporarse al partido.
Además de vender un nuevo PP alejado al que representaba Esperanza Aguirre, la idea que querían transmitir es que “el partido se está renovando, hay gente que hoy quiere formar parte del Partido Popular y tenemos que transformar la energía negativa que nos ha arrastrado durante tanto tiempo en positiva. No hay tiempo que perder”, aseguran fuentes internas a la gestora.
El PP celebrará un Comité Ejecutivo Nacional el 3 de mayo para formar el equipo de campaña y dar el respaldo interno a Mariano Rajoy. Además, volverán a poner a todos los barones autonómicos en alerta para que movilicen a sus respectivos aparatos y despierten el espíritu de los voluntarios del partido. “Si conseguimos decirles correctamente a los militantes lo importante que es su ayuda el 26-J para el PP, aún no tenemos todo perdido”.