Los actores españoles Imanol Arias y Ana Duato están ya en manos de la Justicia. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno les está investigando por defraudar a Hacienda y la primera consecuencia de las pesquisas desarrolladas por la Agencia Tributaria y Fiscalía Anticorrupción ha sido el bloqueo de sus cuentas. Duato ha salido a defender su inocencia y asegurar que “está actualmente al corriente en el cumplimiento de todas sus obligaciones con la Agencia Tributaria”.
Sin embargo, fuentes de la investigación aseguran que el magistrado acordó el bloqueo de sus cuentas el pasado miércoles, junto a las de otras sociedades, tras la sospecha de que existe una defraudación a Hacienda y que ésta sería superior a los 120.000 euros, lo que pasaría a convertirse en delito fiscal.
El instructor ordenó está medida cautelar en el marco de la 'Operación City' desarrollada el pasado miércoles y en la que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) detuvo al propietario del despacho de abogados Nummaria y a otros tres colaboradores y asesores fiscales. Este bufete está especializado en asuntos fiscalistas y tenía numerosos clientes, entre ellos la Academia de TV y muchos personajes conocidos. En algunos casos se les suministraba una estructura opaca con ramificaciones en Londres y Costa Rica con el objeto de defraudar a Hacienda.
Tras publicar EL ESPAÑOL que Moreno había bloqueado, entre otras, las cuentas de los protagonistas de la serie de TVE Cuéntame, Duato emitió un comunicado alegando que ella era uno de los muchos clientes del despacho Nummaria, “que le asesoraba fiscalmente, con el que mantuvo una relación basada en la buena fe y en respeto a la legalidad como norma de proceder”. Por su parte, Imanol Arias ha preferido mantenerse en silencio.
El 'modus operandi' de este despacho, al igual que muchos otros dedicados a la creación de estructuras opacas, como es el recientemente conocido despacho panameño Mossack Fonseca, es muy similar los unos a los otros. Su manera de proceder es crear una sociedad que figura a nombre de otras personas y los beneficiarios reales aparecen en las escrituras de constitución de la sociedad como apoderados o directamente están como autorizados en las cuentas bancarias del testaferro.
De esta manera el titular real no es la cara visible de la sociedad ni de las cuentas bancarias, aunque realmente es el beneficiario único del dinero ocultado. Aunque no sean titulares de las cuentas en el extranjero, al ser autorizados pueden disponer libremente del dinero que haya en esas cuentas.
Además, estas sociedades, que o bien son constituidas directamente en paraísos fiscales o si no en cualquier país de la Unión Europea aunque gestionada por testaferros residentes en paraísos fiscales, pueden ser utilizadas para declarar los ingresos obtenidos por sus trabajos como Impuesto de Sociedades en vez de como Impuesto de Renta de Personas Físicas (IRPF), lo que también lleva a la defraudación de Hacienda si el dinero que se ha dejado de declarar suma una cuota defraudada de más de 120.000 euros.
De Londres a Costa Rica
En el caso del despacho Nummaria, la mayoría de las sociedades eran creadas en Londres -de ahí el nombre de 'Operación City'- pero gestionadas por un testaferro desde Costa Rica. Aun así, fuentes de la investigación aseguran que durante el registro en el despacho también se encontró documentación relativa al despacho Mossack Fonseca, lo que hace sospechar que podrían haber utilizado sus servicios para crear sociedades en Panamá.
En su comunicado, Duato asegura no ser ni haber sido “socia, ni titular, ni administradora, ni consejera, ni apoderada, de ninguna sociedad domiciliada en ningún país considerado como paraíso fiscal” ni poseer ni haber poseído cuentas corrientes en el extranjero, y menos aún, en cualquier país que pueda ser considerado como "paraíso fiscal”. En su caso, como en el de Imanol Arias, los inspectores de la ONIF descubrieron que el despacho les había creado sociedades en Londres con un testaferro en Costa Rica.
La actriz confía que el juez Moreno actúe rápido para desvincularle de cualquier delito relacionado con el despacho investigado. Aun así, la Agencia Tributaria tiene todavía que analizar toda la documentación incautada en el bufete.
¿Estarán los actores grabados?
Como ya adelantó este diario, la Policía descubrió durante el registro al despacho Nummaria que sus responsables tenían instaladas cámaras y micrófonos en su interior. Las cámaras podrían ser utilizadas por seguridad si movían dinero en efectivo allí dentro pero para los investigadores no tiene mucho sentido que hubiera micrófonos.
Los agentes se incautaron de los servidores donde estaban almacenadas esas grabaciones y de ahí se verá si los responsables del bufete tenían grabadas conversaciones con sus clientes. El administrador único y accionista mayoritario del despacho es José Luis Álvarez García, uno de los detenidos en la operación. Sin embargo, él, junto a los otros tres arrestados, quedaron en libertad esa misma noche y están pendientes de ser citados a declarar en calidad de imputados por el magistrado.
Sin embargo, la Policía tenía cinco órdenes de detención. Fernando Peña Álvarez, considerado por los investigadores como el verdadero cerebro del despacho, no pudo ser arrestado al encontrarse fuera de España, concretamente en Etiopía. Si decide volver tendrá que presentarse ante las autoridades judiciales. Este asesor fiscal ya fue condenado a tres años de cárcel en 2002 por apropiarse indebidamente de 482.000 euros de cuatro clientes a los que asesoraba en materia fiscal.