Gastar menos de lo que ingresas. Una frase que se ha instalado en millones de hogares españoles desde el terremoto financiero de finales del 2007 y el inicio de la crisis económica en España, pero parece que ese dogma no ha sido bien recibido por algunos consistorios españoles.
El Ayuntamiento de Zaragoza es el líder del endeudamiento municipal por habitante, solo superado por Madrid en endeudamiento financiero en términos absolutos. Desde el año 2010, la mayoría de los gobiernos municipales han intentado reducir su deuda sistemáticamente, haciendo frente a gastos superfluos y derroches de otra “época”.
Según estadísticas oficiales, las grandes ciudades de más de 500.000 habitantes han reducido su deuda en los últimos cinco años. Sevilla, Málaga y Valencia han bajado la deuda casi un 20%. Madrid y Barcelona redujeron su endeudamiento financiero un 30% desde el año 2010. Pero el caso de Zaragoza ha sido muy distinto. La capital aragonesa se ha situado en el club de las seis grandes ciudades españolas que, lejos de reducir su endeudamiento financiero, lo ha aumentado en los cuatro últimos años más de un 40%.
En estos momentos, la deuda pública del Ayuntamiento de Zaragoza supera ya los mil millones de euros. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, el consistorio de la capital aragonesa acabó el último año debiendo a las entidades financieras 1.070 millones de euros. Solo en el año 2015 aumentó su endeudamiento en un 31%. Para liquidar la deuda municipal, a fecha 31 de diciembre del 2015, cada zaragozano debería pagar 1.609 euros de su bolsillo. Desde el año 2010 se ha incrementado en un 43% la deuda municipal y es el único Ayuntamiento que sigue disparando su deuda.
El último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), publicado hace pocos días, exponía que Zaragoza era la única de las 16 principales ciudades españolas que había incumplido los criterios de sostenibilidad presupuestaria en el año 2015. El informe alertaba que era más que previsible que los vuelva a incumplir también en el año 2016. Además, el documento revelaba que el Ayuntamiento de Zaragoza no cumplió en 2015 ni con la regla de gasto ni con el objetivo de estabilidad presupuestaria y fue la única ciudad española que su ratio de deuda está por encima del 110% de sus ingresos corrientes.
Consecuencias
Una de las consecuencias de la situación financiera que refleja el informe de la AIReF es que el Ayuntamiento de Zaragoza no podrá acogerse este año al Fondo de Impulso Estatal (FIE) con el que pretendía pagar los 55 millones de euros que tendrá que afrontar por las sentencias judiciales impagadas por el anterior Ejecutivo del socialista Juan Alberto Belloch.
Fuentes internas del Ayuntamiento de Zaragoza (Zaragoza en Común) han confirmado a EL ESPAÑOL que son conscientes de la situación financiera que heredaron del consistorio que ahora dirigen. Consideran que los datos ofrecidos no son nuevos, pero que ellos no son responsables de las políticas aplicadas durante años que han derivado en prácticamente un colapso financiero.
Zaragoza en Común (ZeC) llegó al Ayuntamiento de Zaragoza apoyado por el PSOE y Chunta Aragonesista. Durante la campaña electoral, el actual alcalde zaragozano Pedro Santisteve, criticaba con dureza la situación financiera del Ayuntamiento y la situación de la deuda pública. Llegó a anunciar una auditoria, prometió un plan de renegociación de los créditos financieros y puso a las entidades bancarias en el punto de mira.
El 18 de junio, poco después de ser investido como alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve llegó a calificar como “criminales” las condiciones de los créditos financieros que tiene que acatar el Ayuntamiento. Pese a la crítica del alcalde de Zaragoza, la realidad es bien distinta en el primer presupuesto aprobado por Zaragoza en Común este año, lejos quedan los mensajes rupturistas con las entidades bancarias. Santisteve mantiene el cumplimiento de las obligaciones con los créditos pendientes, lo que en la practica supondrá un mayor gasto en intereses y amortizaciones respecto al año pasado.
Durante el año 2016, el Ayuntamiento de Zaragoza deberá pagar 61,97 millones de euros en la devolución de créditos pendientes de pago. Y tendrá que abonar alrededor de 18 millones de euros en intereses.
Otra de las consecuencias que arrojan las cifras económicas del Ayuntamiento zaragozano es su alta morosidad con los proveedores. Así lo certifica el último informe de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) donde cifra el aumento de un 9% su deuda con los proveedores. El Ayuntamiento de la capital aragonesa sigue teniendo un problema con el pago a proveedores tanto en la cantidad que les adeuda como en el periodo medio de pago.
Según el informe de ATA, la deuda ha aumentado un 9% con los proveedores desde la llegada de Zaragoza en Común al gobierno municipal, alcanzando casi los 52 millones de euros. Exactamente 4 millones de euros más en tan solo 7 meses.
El plazo de pago se ha incrementado en un 112,5% pasando de los 32 días de mayo de 2015 a los 68 días a finales del año 2015. En tan solo 7 meses se ha multiplicado por más del doble. Unos datos que para ATA son “preocupantes y señalan que el Ayuntamiento zaragozano sigue incumpliendo el pago de las deudas con los proveedores”.
El tranvía, otro agujero negro
Uno de los agujeros negros que deja la deuda municipal es el coste de la única línea de tranvía que recorre la ciudad de Zaragoza. Una línea de tranvía que su construcción costó alrededor de 300 millones de euros según el propio consistorio, ya que 5 años después de su inauguración se desconoce el coste final de la obra.
La construcción y la explotación del tranvía por la empresa concesionaria aprobada por el ex alcalde Juan Alberto Belloch (PSOE) dejan una hipoteca a la ciudad aragonesa de 639 millones de euros hasta el año 2040. Un tranvía con una única línea de casi 13 kilómetros de longitud que cruza la capital del Ebro de norte a sur. En el que cada centímetro de la línea deja un coste de 500 euros con cargo a las arcas públicas.
El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, Jorge Azcón, explica para EL ESPAÑOL que “la situación de la ciudad es insostenible después de 12 años de gobiernos ininterrumpidos de izquierdas”. Azcón considera que el nivel de deuda es mayor incorporando a la estadística la deuda del tranvía, algo que “sitúa el ratio de la deuda municipal en un 156% de sus ingresos corrientes”.
Fernando Rivarés, el Consejero de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza consideró hace pocos días en rueda de prensa que la deuda viva es del 116% y no cerca del 160% como dice el Partido Popular. Rivarés lo justifica porque “los 300 millones del tranvía solo son a efectos contables para Zaragoza, pero computan como deuda para el Gobierno de España”. El responsable de las cuentas municipales, entiende que “no estamos en colapso financiero, pero si cerca. La situación es heredada y estamos haciendo frente a ella”.