Una acalorada disputa entre dos padres por sus hijos ha acabado en Calatayud (Zaragoza) con un padre muerto y con el otro imputado por homicidio doloso. El presunto agresor permanece, de momento, en libertad provisional tras prestar declaración en el juzgado.
El caso lo está llevando el Juzgado de Instrucción número 2 de Calatayud. La investigación trata de aclarar ahora si previo al fallecimiento de uno de los padres hubo también agresión, en qué términos y si el causante de la muerte fue el otro padre.
Los hechos, según la propia Policía Nacional, se produjeron en la tarde del sábado en un parque de la localidad zaragozana de Calatayud. El detonante de la trifulca entre ambos ocurrió cuando el presunto agresor, Jesús L. M, de 38 años, fue a buscar a su hijo al parque bilbilitano. Se encontró en ese momento con la víctima, Juan Antonio Aranda de 53 años, reprendiendo a su hijo. Ahí arrancó una discusión entre los adultos, que derivó en un forcejeo.
La discusión acabó poco después sin aparentes consecuencias y ambos padres se marcharon del lugar de los hechos. Pero la víctima, a los pocos minutos cayó mortalmente desplomada en mitad de la calle antes de haber llegado a su casa.
El otro padre, afectado por un ataque de ansiedad después de la trifulca que había mantenido, se marchó al hospital para ser atendido. Allí se enteró de la muerte del otro hombre con el que había discutido. Inmediatamente se puso en contacto con su abogado y éste se comunicó con la Policía Nacional ofreciendo la plena disposición de su cliente a colaborar en la investigación.
Durante su declaración policial, Jesús L.M., reconoció que durante la pelea se gritaron, se agarraron y se zarandearon. E incluso explicó que “hubo algún empujón y algún bofetón, pero no le di ningún golpe en la cabeza”. El acusado insistía en la declaración que la víctima estaba “amenazando” a su hijo.
El fallecido padecía dolencias cardiovasculares. En un primer momento se pensó que la alteración por el forcejeo, unido a esas patologías, pudo haberle provocado la muerte. El Instituto de Medicina Legal de Aragón descubrió que la víctima, Juan Antonio Aranda, presentaba varios hematomas en el cráneo “causados probablemente por un traumatismo” y que la causa de la muerte había sido una hemorragia cerebral. La juez que instruye el caso decidió poner en libertad provisional sin fianza con cargos y con la obligación de comparecer en el juzgado cuando así lo considere el tribunal.