El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es consciente de que sin unos buenos resultados en Cataluña el 26 de junio lo tendrá muy complicado para llegar a La Moncloa. Es por esto que ha elegido Barcelona para dar el pistoletazo de salida a la precampaña electoral, dónde ha arropado a la nueva cabeza de lista para el PSC, Meritxell Batet, en un acto con un centenar de personas.
Sánchez ha tendido la mano tanto a Podemos como a Ciudadanos, a los que considera necesarios para consolidar un gobierno "de cambio" tras el 26 de junio. "Son muchos los desafíos que exigirán una mirada progresista pero también del concurso de otras fuerzas políticas", ha afirmado Sánchez, que ha defendido a su partido como el único que defiende la socialdemocracia. "Nuestra frontera es la izquierda extremista", ha añadido.
Después de que el 20 de diciembre la nueva formación de Ada Colau consumara su sorpasso en uno de sus feudos, Sánchez ha querido reivindicarse en Barcelona como el adalid de la nueva política. "La nueva política es dejar atrás el 'y tu más', hablar de las cosas que nos unen y no de las que nos separan", ha defendido Sánchez. "Podría haberme escondido como Rajoy, pero me presenté a la investidura para desbloquear esa situación en nombre de la democracia".
Sánchez ha reivindicado el legado de hombres fuertes del PSC como Ernest Lluch y Jordi Solé Tura y ha alagado la "mirada tranquila" de la candidata del PSC, que en los anteriores comicios concurrió como número 2 de la lista por Madrid. "Una mujer hecha a si misma, que sabe que las respuestas no son inmediatas ni sencillas, que exigen serenidad y estudio", ha dicho de Batet. Sánchez ha acabado su intervención defendiendo que los catalanes "voten un acuerdo" para "respetar la diversidad y sentirnos parte de una unidad".
Los tres ejes de Batet
A pesar de que el acto ha tenido un perfil más personal que político, la candidata del PSC ha querido anticipar los tres ejes en los que se basará su campaña para las próximas elecciones generales.
El primer eje es la salida de la crisis. Según Batet, esta crisis "tiene forma de tridente" y es económica, social e institucional. La candidata ha revindicado una "economía distinta" y ha abogado por dejar de luchar contra la crisis "a golpe de decreto".
El segundo punto de lo que será su programa aboga por "revitalizar las instituciones públicas, apostar por la transparencia y luchar contra la corrupción". En este apartado Batet ha reivindicado "los valores republicanos europeos" para cambiar las políticas comunitarias y ha alertado de las "tentaciones europeas que no nos llevan a ningún lado". Según Batet, estas son los nacionalismos, las xenofobias y los populismos. "Desde los Gobiernos de los Estados miembros se pueden cambiar las políticas europeas", ha asegurado.
Batet ha acabado reivindicando el "catalanismo del PSC" y ha defendido como tercer eje de su programa la reforma constitucional. "España necesita un nuevo salto de modernidad, una nueva Constitución con mirada federal", ha sostenido la candidata. "Necesitamos reconectar con todas las nuevas generaciones que no sienten el texto de la Constitución como propio".