El Gobierno independentista de Cataluña incluye a parte de Aragón como una nueva realidad territorial de Cataluña, “La Franja de Ponent”. Así aparece en la web oficial de la Generalitat para promocionar las donaciones de sangre e informar de las próximas campañas de recogidas impulsadas por la Sanidad pública catalana.
En esta web oficial de la Generalitat de Cataluña, en la sección dedicada los puntos de recogida de sangre, se desprende un buscador de las provincias con sus localidades. Y, sorprendentemente, en la lista en vez de aparecer las cuatro provincias catalanas (Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona), aparece una nueva provincia: La Franja de Ponent.
Corresponde con una extensa zona de Aragón que linda con Cataluña y cuyas comarcas son continuamente reclamadas por el nacionalismo catalán como parte de los países catalanes. Los independentistas, incluso llevan años defendiendo que su poniente, el Aragón Oriental, es territorio catalanoparlante y que debe ser parte de su idea-nación.
Esquerra Republicana, socio del Gobierno catalán, siempre se ha mostrado dispuesta a hablar del Aragón Oriental como una reivindicación que debe ejecutarse en el corto plazo. Incluso la CUP el mismo día de la jornada de reflexión de las elecciones catalanas mostraron su idea anexionista en un acto político en Fraga (Huesca), donde reivindicaba “La Franja de Ponent” como parte del territorio de Cataluña. Además, la CUP también se comprometió a realizar una “defensa de la Franja en el próximo Parlamento de Cataluña” y a trabajar por la “construcción de los Países Catalanes”.
La zona oriental de Aragón comprende un territorio de unos 4.000 kilómetros cuadrados y supone el 10% de la Comunidad Autónoma de Aragón.
En los últimos años, han sido múltiples los casos de publicaciones de la Generalitat de Cataluña y de fundaciones afines a la independencia que han menospreciado la identidad de Aragón. Las tergiversaciones sobre la historia del Reino de Aragón de asociaciones independentistas e incluso colectivos subvencionados por el Gobierno de Cataluña han sido motivo de repulsa por parte de la clase política y de la sociedad aragonesa.