El secretario general de los socialistas valencianos y candidato a la Moncloa, Pedro Sánchez, se ha referido este jueves en Valencia a lo que ha llamado "falsa polémica de las esteladas", sobre el veto a esta bandera en la final de la Copa del Rey. "Aún no compartiendo el significado de estas banderas, la prohibición no es el camino", ha dicho durante un encuentro en Valencia con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig. Sánchez ha basado su rechazo a la medida afirmando que "un fuego no se frena echando más gasolina".
"El PP y el presidente en funciones (Mariano Rajoy) parece que se mueve muy bien en la confrontación, pero no es el caso del PSOE. Rajoy agita las banderas para no hablar del multazo", ha insistido en referencia a la multa que Bruselas impondrá a España por incumplimiento del déficit y que se ha aplazado hasta después de las elecciones del 26-J.
En este sentido, Sánchez se ha mostrado "muy preocupado" por la "amenaza de multa". Y ha vuelto a insistir poco después: "España necesita gobiernos que no confronten, que a la opinión pública se le diga la verdad y no se le confunda con falsos debates" como el de "agitar la estelada para no hablar del multazo".
El candidato socialista ha realizado estas declaraciones durante un encuentro con el presidente valenciano, Ximo Puig, entendido en clave de 'pacificación' después del órdago lanzado por Puig para intentar un pacto con Podemos al Senado que fue frenado en seco por Ferraz. El dirigente socialista fue uno de los barones autonómicos que no acudió a la presentación de la candidatura de Sánchez. Puig y su equipo no han escondido su malestar ante el rechazo a una propuesta (que partió de los socialistas valencianos) dirigida a no perder espacio en el Senado y para trasladar las propuestas del gobierno valenciano (integrado por el PSOE valenciano, Compromís y apoyado por Podemos) a la Cámara Alta.
“En el PSOE somos un partido democrático, no somos un cuartel. El debate es sano, ahora estamos para trabajar”. De esta forma ha zanjado el jefe de Ferraz la pregunta sobre el veto a la propuesta valenciana para el Senado.
ESCENIFICANDO LA PAZ
La cita de este jueves tenía el objetivo de escenificar la reconciliación de cara al 26-J. Y los dos se han esmerado. Sánchez ha sido recibido primero por el presidente de la Generalitat en la sede del Palau donde ambos han mantenido un encuentro de cerca de una hora. Luego, se han dirigido a pie hasta la sede del partido en la ciudad de Valencia, ubicada a pocos minutos. Allí, el candidato socialista ha respaldado un documento que recoge las principales demandas del gobierno valenciano y que supone un compromiso a la revisión del sistema de financiación autonómica.
“El nuevo gobierno socialista de España revisará de inmediato el sistema de financiación autonómica, con el fin de asegurar un trato equitativo y justo (...) Por tanto corregirá el déficit de financiación que padece la Comunidad Valenciana asegurándose de que tenga las mismas posibilidades de desplegar las políticas públicas propias que el resto”, recoge el documento que comprometería a Sánchez en el caso de llegar a la Moncloa. "Hago lo que digo, es un compromiso escrito", ha asegurado.
Un apoyo, que llega tras el choque por la propuesta del Senado (no se firmó de cara al 20-D) y que Puig quiso recalcar: “Es la primera vez en la historia de la democracia que un candidato plantea con total claridad un planteamiento de compromiso con la Comunidad Valenciana (...) Como presidente de la Generalitat me siento reconfortado y agradecido”. Además, Puig ha asegurado que el Estado asumirá la parte de la deuda histórica valenciana que tenga que ver con esa aludida infrafinanciación. El acuerdo contiene otras reivindicaciones del gobierno salido del Pacto del Botánico, como más inversiones y la retirada de los recursos que el actual Gobierno ha presentado ante el Tribunal Constitucional contra leyes valencianas.
El líder de Ferraz tampoco se ha escatimado en buenas palabras. “Eres un extraordinario compañero y un extraordinario presidente de la Generalitat. Cuentas con mi apoyo”, le ha dicho a Puig para después fundirse los dos en un abrazo. El segundo que se han dado durante una corta intervención.