El centro de Madrid ha visto desfilar por sus calles este sábado dos manifestaciones contrarias: una del grupo neonazi Hogar Social, que han marchado para mostrar su rechazo a las medidas de ayuda del Estado con los refugiados sirios, y otra de un colectivo antifascista que condena todo tipo de fascismo y discriminación.
La primera ha empezado en Plaza de España a las 18:30 al grito de "ayudas sociales para los nacionales". Según fuentes policiales, la convocatoria de Hogar Social ha atraído a alrededor de 1.000 personas de varias partes de España, superando la previsión de los organizadores. La movilización del grupo neonazi se enmarca en la realizada en varias ciudades europeas en recuerdo del exactivista de la ultraderecha francesa Dominique Venner.
"Nos parece injusto que al refugiado, solo por el hecho de ser refugiado se le dé un piso y se le busque trabajo, discriminando a los españoles que lo están pasando mal", afirma a EL ESPAÑOL la portavoz de Hogar Social, Melisa Ruíz. "Representamos a los españoles que están luchando cada día para dar de comer a sus hijos. No es posible que tengan más derecho que los españoles".
En opinión de Ruíz, hay que solidarizarse y ayudar a los refugiados "pero allí". "El valiente no es el que huye, sino el que lucha, el que se queda en su tierra y no se fuga. Hay que ayudarles ahí y terminar con su guerra. Los mismos políticos que la han provocado son los mismos que ahora les traen a nuestra casa. La culpa no es del español medio, que ve mermados sus derechos por la llegada de la inmigación", agrega.
La portavoz del grupo neonazi subraya que buscan demostrar que pueden ser reivindicativos sin ser de extrema izquierda y declina referirse a la manifestación apoyada por los colectivos antifascistas que se desarrolla de forma paralela a tan sólo unos kilómetros.
La movilización transcurrió sin incidentes en su recorrido hacia la Plaza del Dos de Mayo, aunque a su paso por la calle San Bernardo los dueños de los comercios evitaron salir a la calle. Los asistentes, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 40 años, marchaban al grito de "refugiados no, españoles sí" entre banderas rojigualdas sin el escudo y banderas de Hogar Social Madrid. El momento más tenso se ha vivido en la propia plaza donde ha finalizado la marcha, cuando las personas que estaban en los bares de la zona han empezado a increpar a los manifestantes al grito de "¡Fascistas, fuera de aquí!" y éstos han respondido con insultos y cánticos.
NO REPRESENTA A LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
Para aquellos que han salido de paseo en esta tarde de sábado, la manifestación ha sido una sorpresa. "No sabía que había manifestación, me parece vergonzoso y retrógrado. Soy española y no siento que se mermen mis derechos acogiendo a refugiados", afirma Isabel Linares, de 20 años. "Me gustaría saber si tendrían la misma postura si los refugiados fueran franceses".
Más tajante se muestra Julio, de 68 años, que en circunstancias así se acuerda de "cuándo mis padres se tuvieron que ir a Alemania por la Guerra Civil y ahí les daban de comer". "Que se acuerden alguno de estos de sus padres que seguro que más de uno se ha ido también", añade.
Para Peter, de 59 años, esta marcha "no es representativa de la sociedad española". Despúes de más de 20 años residiendo en España, asegura que nunca se ha sentido discriminado y que es "increible que haya problemas por llevar una bandera a un partido y no por una movilización como esta".
Marcha antifascista, en paralelo
Casi al mismo tiempo que los manifestantes de Hogar Social Madrid discursaban en la Plaza del Dos de Mayo, la manifestación antifascista organizada por el colectivo Madrid para todas llegaba a Sol.
Cerca de dos mil personas, según la policía, al grito de "Hogar social, hogar criminal", protestaban en contra de la discriminación, la xenofobia y el racismo, valores que, según los organizadores, defiende el grupo Hogar Social. "Luchamos contra todo tipo de discriminación y contra organizaciones como ésta, que maquilla valores racistas, homófobos y fascistas con actos de supuesta solidaridad", dice Ngoy, uno de los organizadores de la marcha, de la plataforma 'Madrid para Todas'.
La plataforma ha señalado que "los grupos de extrema derecha ni han desaparecido ni forman parte del pasado". "Se hace palpable con el aumento del número de agresiones de carácter racista y homófobo en los últimos meses en todo el Estado español", ha añadido respecto al motivo de la concentración.
Pancartas antifascistas, de "Madrid contra la represión", o "Madrid plural", se han exhibido junto a la bandera LGTBI y de la república. "Desafortunadamente, Madrid no es una ciudad segura para las minorías y estoy aquí para reivindicar los derechos de cualquier persona, con independencia de sexo, raza, orientación sexual o religión, a caminar libre por esta ciudad. que haya mucha más gente en esta manifestación que en la de ellos es esperanzador", dice Amelia, de 18 años.
Críticas contra la delegada de Gobierno
Muchos de los manifestantes han arremetido contra la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa por haber autorizado la manifestación de Hogar Social para el mismo día. "Es una provocación. Legalizar esa marcha es buscar un enfrentamiento", considera David, de 37 años.
A su lado, Antonio, de 68 años, recuerda que "la constitución y la ley española prohíbe actos que inciten al odio, a la xenofobia y al racismo y me parece muy mal que la delegada permita este tipo de manifestación".