El presidente del gobierno en funciones y candidato del PP a la Moncloa, Mariano Rajoy, ha arremetido este miércoles en Valencia contra la “radicalización” y los “extremismos” y ha vuelto a dejar clara su posición sobre los acuerdos postelectorales. “Alentar el radicalismo o pactar con ellos, o ponerse a la orden de lo que diga, solo sirve para una cosa, para acabar devorado por ellos. Y hay algunos que no estamos dispuestos de ninguna manera”, ha dicho.
Rajoy ha pronunciado estas palabras durante un acto en Alfafar, en Valencia, donde ha sido recibido entre vítores de "presidente, presidente" y con gritos y críticas sobre la corrupción a partes iguales durante un corto recorrido que ha realizado por la plaza del Ayuntamiento de Alfafar. El líder de los populares ha llegado a la plaza en coche oficial y ha recorrido a pie un corto trayecto en el que ha sido increpado con proclamas de "PP corrupción" y "chorizos", se han lanzado sobres blancos, se ha entonado el "mil, dos mil, tres mil…" atribuidos al expresidente de la diputación de Valencia, Alfonso Rus, y se ha cantado la sintonía de los populares añadiendo como letra "robar y robar", entre otros cánticos. También se han enseñado pancartas sobre la crisis de refugiados. Las protestas han sido contraatacadas por vecinos que le han aplaudido mientras le gritaban "presidente, presidente’ y pedían hacerse fotos con él. La escena se ha repetido una hora después, cuando Rajoy ha abandonado el centro cultural de Alfafar donde se ha reunido con representantes de la educación concertada valenciana. En esta ocasión, ha sido recogido en coche oficial.
El presidente en funciones ha mantenido una reunión con este colectivo que el pasado domingo protagonizó una protesta multitudinaria (acudieron miles de personas) en contra de la nueva política del Gobierno valenciano que, dicen, está amenazando a la educación privada subvencionada. A la protesta acudió la plana mayor del PP valenciano, que ha asumido las reivindicaciones por el "derecho de los padres a elegir libremente” el centro escolar y está marcando su discurso político en las últimas semanas. El nuevo gobierno ha dado un giro en la educación incentivando a los centros públicos y cortando, por primera vez, la tendencia alcista de creación de aulas en la concertada, entre otras medidas que estos centros consideran que son un "ataque".
Los populares valencianos han encontrado en este colectivo una oportunidad para visibilizar el descontento (de este sector) contra el gobierno que lidera el socialista Ximo Puig y Mónica Oltra, de Compromís. Y Rajoy ha defendido esta postura en una breve intervención de menos de diez minutos tras un encuentro que ha durado algo más de media hora.
El jefe de Génova ha defendido que la educación se basa en el pilar público y el concertado. “No puede haber una buena educación en España si prescindimos de una u otra, la concertada supone el 25% en España. Es apoyar la pluralidad, la calidad y la libertad de los padres (a elegir)”, ha afirmado. Por el contrario, ha indicado que “no es buena” la “escuela única de la que se habla”.
Mariano Rajoy ha enlazado su discurso sobre la política educativa con sus críticas a la radicalización y los extremismos. “La radicalización no es buena en ninguna faceta de la vida. No lleva a ninguna parte. Los prejuicios ideológicos solo sirven para perjudicar al conjunto de los ciudadanos”, ha indicado.