Ciudadanos: una campaña de calle con la forja de Albert Rivera como hombre de Estado

José Manuel Villegas, el número dos de Ciudadanos, ha emergido este viernes del 'war room' electoral en la cuarta planta de la sede madrileña con el aperitivo de la campaña naranja al 26J: cercanía; pocos mítines a la antigua usanza; mucho acto a pie de calle con pequeñas charlas y un recorrido de 17.000 kilómetros por España con paradas en una veintena de ciudades de 14 comunidades autónomas.

A este cóctel se añade la máxima presencia de Albert Rivera en televisión y dos debates imprescindibles: el 5 de junio en Salvados con Pablo Iglesias y en un día aún por determinar en la Academia de Televisión entre los cuatro grandes candidatos. Que habrá mucha tele lo hemos podido comprobar esta mañana en la sede frente a la plaza de toros de Las Ventas viéndolo pasear con una famosa presentadora del prime time matinal entre cámaras y ayudantes. Tras el aperitivo de este viernes, maleta en ristre ya, Rivera presentará el plato fuerte este domingo en Valencia con el eslógan y el vídeo de campaña.

Pero antes de subirse al autobús, Rivera culminará en Bruselas la forja de ese hombre de Estado que primero visita campos de refugiados en Grecia y después se emociona con las penurias del pueblo de Venezuela. El Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (ADLE), presidido por el veterano ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, le ofrecerá el próximo miércoles en la capital comunitaria el espejo ideal para mostrar ante los españoles a ese hombre responsable que pacta con el PSOE para dotar a España de Gobierno y también se preocupa por los grandes asuntos internacionales.

El timing del encuentro de Rivera en Bruselas con sus colegas liberales es perfecto: diez días antes del referéndum en el Reino Unido que podría desembocar en el temido Brexit.

INCOGNITA RAJOY

“Queremos ofrecer a los españoles la posibilidad de un cambio a mejor”, ha dicho Villegas, que se ha resistido a desvelar la incógnita que acompañará a Rivera hasta el 26J ya sea en autobús, en AVE o en avión. ¿Pactará Ciudadanos con el Partido Popular y entrará en el Gobierno permitiendo que Mariano Rajoy vuelva a ser presidente?

“A partir del día 26 veremos. La hoja está en blanco. La persona más adecuada para llevar a cabo las reformas que perseguimos no es el señor Rajoy. Para nosotros, el señor Rivera es el mejor candidato a la presidencia del Gobierno”, ha señalado Villegas, líder del núcleo duro en torno al líder naranja. “A partir de ahí, el 26J los españoles nos pondrán a cada uno en nuestro sitio. Nuestra campaña no va a ser decir quién va a poder gobernar este país. Después del 26J no va a haber mayorías absolutas, vamos a tener que pactar. Después del 26J veremos en qué se puede pactar. Nuestro sistema es ya conocido tras las negociaciones con el PSOE: primero programa, después propuestas. Quien se acerque más, con él pactaremos”.

El número dos ha querido hacer hincapié en que la campaña será austera, con ajustes del coste del mailing y numerosos actos sectoriales. Lo fundamental: “Trasladar la idea de que hay esperanza, de que no hay que resignarse con el inmovilismo y de que no hay que caer en brazos del populismo que quiere destruirlo todo”.

El calendario, provisional, arranca en Valencia este domingo y culmina en Barcelona y en Madrid el viernes 24 de junio. El inicio de campaña propiamente dicho, el día 9 por la noche, será en Madrid. La atención principal recae en los grandes feudos de Ciudadanos- Cataluña, Madrid, Andalucía- y específicamente en aquellos lugares como Valencia (irán dos veces) donde quedaron cerca de obtener un escaño más.

La lucha contra la corrupción ocupa un segundo plano bajo la idea de que Ciudadanos “puede mejorar la vida de los españoles”, según Villegas. Fuentes del partido subrayan que se será una “campaña de matices” en la que ninguno de los cuatro grandes partidos variará dramáticamente sus resultados. Se trata, de nuevo, de algo inédito en España: nunca en casi 40 años de democracia se habían tenido que repetir las elecciones por falta de acuerdo entre los partidos.