Sitges

“No habrá unas terceras elecciones. Habrá un gobierno después del 26-J”, aseguró Pedro Sánchez en las jornadas del Círculo de Economía que se desarrollan en Sitges. El candidato del PSOE afirmó ante uno de los más influyentes foros empresariales que no vetará “a nadie” tras los próximos comicios para intentar alcanzar un acuerdo y que “en una semana tras las elecciones podría haber un gobierno”.

Sánchez, sin embargo, se negó a definirse ante la propuesta de Antón Costas, presidente del Círculo de Economía, de que si no hay un pacto mayoritario se permitiera que gobierne la lista más votada. El líder socialista recordó que en estos cinco meses transcurridos desde el 20-D “se ha trastornado la lógica política” y que el partido que obtuvo la primera mayoría, el PP de Mariano Rajoy, renunció a intentar formar gobierno y ni siquiera “tendió puentes” con otras formaciones que podían tener puntos en común con él.

Reitera una reforma constitucional aceptable por Cataluña

También subrayó que “la indefinición política en Cataluña ha impedido que haya un gobierno en España. El derecho a decidir ha sido un señuelo para oponerse a pactar conmigo”. Más aún, destacó, “ya no se habla sólo del derecho a decidir en Cataluña, sino que se habla del de otros pueblos. Se está banalizando el auténtico derecho a convivir juntos”.

“Al final, si se fractura España y se disgrega en fragmentos, ¿que pasará con la caja única de la Seguridad Social?”, se preguntó retóricamente el candidato socialista. Su respuesta es promover una reforma constitucional que revitalice la voluntad de que los españoles sigan juntos.

Sánchez reiteró su apuesta por una reforma constitucional que sea aceptable por Cataluña y agregó un elemento nuevo: su disposición a que los principios que considera básicos en la financiación autonómica sean incorporados a la Carta Magna. Estos principios son: simplificar el sistema para hacerlo más transparente, garantizar la financiación per cápita, proteger el gasto sanitario y educativo de los vaivenes del ciclo económico, ofrecer a las comunidades un mayor control sobre sus ingresos y modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

También recordó que su partido apoya el principio de ordinalidad, es decir que las comunidades autónomas más ricas, que aportan más al sistema, no queden por debajo de las que son receptoras netas de la solidaridad de las demás.

La apuesta de Sánchez por incorporar la financiación autonómica en la Constitución de una manera tan detallada revela que el PSOE ha conseguido sofocar el enfrentamiento interno que existía entre sus distintas federaciones. En febrero pasado, cuando se iniciaron las conversaciones con Ciudadanos, las federaciones andaluza y valenciana chocaban sobre este tema y la dirección socialista se limitaba a dar largas al asunto.

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