“Comienza la cuenta atrás. Lonas gigantes y banderas anuncian la visita del Papa Benedicto XVI”. Así comenzó Canal 9 su informativo del 3 de julio de 2006. Era un sumario de un minuto sobre la visita que el pontífice iba a realizar cinco días después. Acto seguido la presentadora dijo: “Comenzamos este tiempo de noticias con una noticia de última hora porque estamos muy pendientes de Valencia, donde acaba de ocurrir un accidente y las informaciones son todavía muy confusas”.
Eran las 14 horas. La redacción de Canal 9 recibió la noticia del accidente a las 13.03 horas pero no interrumpió su programación para informar. Tampoco varió su parrilla para informar de un siniestro que se cobró la vida de 43 personas. Cuando acabó el informativo continuó la programación prevista, un magazine, un concurso y una telenovela.
La Unió de Periodistes Valencians, la asociación mayoritaria, concluye en un informe que hubo manipulación de la televisión pública sobre la información ofrecida ese día y los siguientes (hasta prácticamente su cierre): “Podemos afirmar, porque así lo hemos constatado, que Canal 9 dejó de ser un medio de comunicación al servicio de la sociedad valenciana para convertirse en un altavoz encargado de difundir la versión oficial”.
Las Cortes Valencianas han abordado este lunes la llamada estrategia del silenció que llevó al ente público a no dar voz a las víctimas ni a las versiones contrapuestas a la oficial. Esto es, cualquier voz que pusiera en duda que el accidente fue “imprevisible e inevitable”.
El informe, que fue presentado días atrás ante la comisión de investigación que busca responsables políticos de este siniestro, destaca que únicamente se dio la versión oficial (la del gobierno de Francisco Camps), no se contrastó ni emitieron opiniones y críticas de sindicatos, oposición… Así que, mientras el resto de medios hablaban de falta de inversiones en la red de metro, ausencia de balizas y otras posibles causas, en Canal 9 solo se hablaba de la cantidad de equipos de emergencias que habían intervenido, en las palabras de consuelo de autoridades o de las ayudas que iban a recibir los familiares.
“En ningún momento se plantea una tarea informativa objetiva con tal de buscar las causas del siniestro, barajando las distintas hipótesis ni cuestionando en ningún momento la versión que da el gobierno autonómico”, recoge el informe.
El ‘mea culpa’ lo entonaron los propios trabajadores una vez que el Consell de Alberto Fabra decidió en 2013 cerrar la televisión. “Canal 9 fue la primera en llegar aquí, antes que nadie… después la silenciaron. Canal 9 tuvo una actitud indigna. Las órdenes para silenciar aquellas voces salieron del despacho del Palau de la Generalitat”, decía una reportera a pie de boca de metro. Es en esos días finales cuando la cara de la lucha de las víctimas, Beatriz Garrote, entró por primera vez en un plató de informativos.
HABLAN LOS RESPONSABLES DEL SILENCIO
Este lunes, la comisión de investigación trataba en exclusiva de investigar por qué no se informó adecuadamente y por qué Canal 9, con todos los medios que tenía disponibles y por su proximidad a los hechos, no informó como sí hicieron otras cadenas nacionales.
Han hablado Pedro García, el exdirector general de RTVV que ahora se enfrenta a 40 años de cárcel acusado de amañar con la red Gürtel el contrato para las pantallas de la visita del Papa que iba a suceder cinco días después del accidente; Dolores Johnson, directora del segundo canal del ente público en 2006 y posterior directora de informativos de Canal 9 (luego portavoz del gobierno valenciano), y Lluis Motes, el jefe de informativos en la época del accidente y una de las caras de la manipulación. De sus palabras ha quedado constancia que la televisión pública valenciana solo recogió la versión oficial, aunque todos han defendido que no hubo manipulación ni censura.
“ATENDER A LAS FUENTES OFICIALES”
Pedro García, procesado en Gürtel por la visita del Papa, ha comparecido ante la comisión negando directrices de Francisco Camps y Juan Cotino y defendiendo que se ofreció una información “imparcial y objetiva”. “Nunca hubo intención de ocultar nada ni vulnerar el derecho a la información”, aseguró.
Todos los grupos políticos salvo el PP (que luego ha felicitado a Motes por la cobertura sobre el siniestro) le han preguntado sobre por qué no se varió la programación ni se dio voz a las víctimas. García, que ha comparecido visiblemente abatido y hablando con un hilo de voz, ha lanzado balones fuera. Era el director general del ente público, el máximo responsable, pero ha negado tener ninguna decisión sobre los informativos de la cadena. “El criterio fue el del rigor y el de atender las fuentes oficiales”, dijo.
“EL SUMARIO DEL PAPA NO SE PODÍA CAMBIAR”
Lola Johnson, recientemente imputada por la organización de la Fórmula 1 en su época de consellera, ha echado balones fuera. La que fuera portavoz del gobierno valenciano y, antes, alto cargo de RTVV, asegura que la decisión de cómo hacer el informativo y variar la parrilla solo la toma la dirección de informativos. Ningún papel ejercía sobre los noticiarios. “Lo decide el departamento de informativos, lo deciden todo, absolutamente todo. Yo no tenía ninguna capacidad sobre temas informativos”, afirmó.
Johnson ascendió a jefa de informativos tiempo después. Y por ello, fue interpelada sobre el motivo por el que no se dio voz a las víctimas durante todo este tiempo. No respondió. Tampoco cuando se le preguntó por qué, si tan meticulosa era (según sus propias palabras), “se le pasó la Gürtel”. Canal 9 fue duramente criticada por no informar sobre el proceso judicial contra Francisco Camps. “Obviaré esa pregunta sin más”, dijo sobre lo que calificó como “soflama”.
La exportavoz del gobierno valenciano defendió que no se cambiara el sumario de entrada del informativo del accidente porque “estaba montado desde mucho antes” y “es muy difícil cambiarlo”. Y ello pese a que el informativo se emitió una hora después del accidente. Johnson no valoró el informe de la Unió de Periodistes por considerarlo “obviamente subjetivo”.
“NO FUIMOS LOS MEJORES”
El único mea culpa lo entonó, con matices, el director de informativos, Lluis Motes. “Pido perdón a las víctimas porque no fuimos los mejores, no hicimos nuestro mejor trabajo, lo hicimos lo mejor posible”. Aunque acto seguido advirtió a los diputados que no iba a aceptar “lecciones de periodismo”. Motes ha admitido que la visita del pontífice y sus preparativos tuvo consecuencias negativas para la cobertura del accidente.
“Teníamos una televisión absolutamente configurada por un acontecimiento universal. Lógicamente nos pilló lejos para acometer el trabajo con excelencia y rapidez”, manifestó. Los extrabajadores aseguran que fueron los primeros en llegar al lugar. Sin embargo, la primera conexión que se hizo en el informativo de ese día, una hora tras el siniestro, fue por teléfono y sin imágenes en directo del lugar. Una voz de un redactor se ilustró con un gráfico del mapa de metrovalencia.
Motes no asume que hubiera ni manipulación ni censura. “Para desmitificar el concepto de manipulación diré que la información se trata de elegir”, apuntó. El periodista admitió que se tuvo que informar más pero no respondió a la pregunta de si hubiera cambiado el contenido de esa información.
“PARA LA TELEVISIÓN PÚBLICA LA ÚNICA VERSIÓN ES LA OFICIAL”
El exjefe de los informativos de Canal 9 también dio la razón a las víctimas en que la cadena solo emitió la versión oficial que hablaba de un accidente inevitable e imprevisible, sin citar las críticas a la seguridad (el tren ya había descarrilado antes, no había balizas de frenado…) que estaban siendo destacados por otros medios durante los mismos días. “Usted me habla de la versión oficial y esa es la única que teníamos”, manifestó.
Después recalcó la idea: “Nosotros no trabajamos con especulaciones -sobre otras versiones de las causas del siniestro- (…) Si no informamos de ninguna otra versión es porque la información que teníamos era esa, no abrimos el grifo a otras versiones que no están confirmadas. Para una televisión pública, esa es nuestra versión”.
Motes ha lamentado que aquellos días prevaleciera “la prudencia” para no crear “alarmismo” que “el interés informativo” y ha desmentido a Pedro García sobre su no implicación en la toma de decisiones. “El director de informativos no tiene capacidad de decisión para la parrilla, es el director general”.