Primero fue su propia familia, después los empleados de su casa, y finalmente los regalos y las cuentas. Felipe VI ha celebrado este martes el segundo aniversario de la abdicación de su padre, Juan Carlos I, poniendo en práctica la última de las medidas de transparencia anunciadas en junio de 2014. Por primera vez desde la reinstauración de la monarquía en España hace 40 años, el Estado ha certificado que las cuentas de la Casa del Rey son correctas y que la Corona ha ahorrado 155.000 euros de los casi 8 millones que recibe de dinero público.

Lo que le ha sobrado a Zarzuela recibe el nombre de fondo de contingencia, y es uno de los muchos detalles contenidos en el informe de 55 páginas auditado por la Intervención General del Estado, un organismo dependiente del ministerio de Hacienda. Con esta última medida, Felipe VI pone fin al listado de junio de 2014 destinado a defender “la dignidad, el prestigio y la conducta íntegra, honesta y transparente” de la Corona.

A lo largo de cuatro décadas, el control de las cuentas reales lo había hecho un interventor interno. Esa figura sigue existiendo bajo Felipe VI, que el año pasado nombró a la funcionaria Beatriz Rodríguez, la primera mujer que desempeña el cargo. “Las cuentas anuales se formulan con el objeto de reflejar con claridad la imagen fiel del patrimonio, la situación financiera y la ejecución del presupuesto de la Casa de S.M. el Rey”, se afirma en el informe hecho público este martes. El informe incluye por primera vez hasta el dinero en cash que hay en este momento en la caja de Zarzuela: 55.030,90 euros y 29.555,06 en moneda extranjera.

SUELDOS DE ZARZUELA

El grueso de las cifras eran ya conocido con anterioridad: la mayoría del dinero (4 millones de euros) se destina a pagar sueldos de los empleados en La Zarzuela y de los cuatro miembros adultos de la familia real (casi 700.000 entre reyes y eméritos). Se trata de una manera limitada de abrir las ventanas de una institución que bajo el reinado de su padre fue una de las más opacas del Estado: aún queda lejos en España la posibilidad de saber, con todo todo lujo de detalle, en qué se gastan el dinero. El nombre de las partidas es genérico: la ley de Transparencia no permite saber, como sí es posible por ejemplo en el Reino Unido, cuánto cuesta un determinado traslado en helicóptero o cuánto un viaje en concreto al extranjero.

Según las cuentas auditadas este martes, Zarzuela gastó 130.000 euros en viajes al extranjero. Pero esta cifra no está completa: falta añadir lo que se dispuso del ministerio de Defensa, de Exteriores y de Presidencia. Aún así, y según los estándares españoles, Felipe VI va más lejos de lo que le exige la Constitución. En puridad, la Carta Magna le permite asignar libremente estos casi 8 millones de euros sin dar cuenta a nadie. Pero a partir de 2014, con la Ley de Transparencia ya aprobada, se hacía muy difícil que la Corona no se adaptara a los nuevos tiempos.

Así, empezó el nuevo rey en el verano de 2014 tras su proclamación prohibiendo a los miembros de la Familia Real- tan solo padres e hijas ya- que trabajen comercialmente. Sólo están autorizados los miembros de la familia real a realizar las funciones institucionales que Felipe VI determine. En el caso de los reyes eméritos, la actividad fue bastante limitada: 13 actos Juan Carlos I y 17 la reina Sofía de un total de 424 actividades, 393 audiencias y 24 viajes al extranjero. A lo largo de 2015, la Familia Real al completo recibió a 2.669 personas de manera oficial.