Los 62 diputados de Junts pel Sí (JxS) ya no cuentan con el apoyo de los 10 parlamentarios de la CUP. El portazo de los anticapitalistas a los Presupuestos ha dado por roto el pacto de estabilidad entre los partidos independentistas del Parlament. Seis meses después de la investidura de Carles Puigdemont, el escenario se ha complicado severamente para el independentismo catalán.
A pesar del nuevo contratiempo, desde el Govern no quieren ni oír hablar de nuevas elecciones. Al menos hasta que hayan pasado los comicios generales del 26 de junio. El grupo parlamentario de JxS se ha conjurado para aguantar durante la legislatura sin el apoyo de la CUP. Las opciones pasan por buscar apoyos de otros grupos en votaciones puntuales y seguir tratando de seducir a los anticapitalistas en lo que respecta a la preparación de la “desconexión”.
¿Puede el Govern continuar sin nuevos Presupuestos?
Sí. De hecho, las actuales cuentas de la Generalitat no son las de 2016, sino una prórroga de las de 2015. Ante la falta de unos nuevos Presupuestos seguirán prorrogados los actuales. El problema del Govern al no aprobar las Presupuestos reside en que no podrá desplegar una serie de políticas destinadas a apuntalar el proceso independentista. Por ejemplo, no podrá doblar el dinero destinado para acción exterior ni abrir las 10 nuevas delegaciones que quería el conseller de Exteriores Raül Romeva.
El Govern tampoco podrá llevar a cabo su “plan de choque social” ni las ambiciosas medidas a favor de los más desfavorecidos que preveían los Presupuestos. En las nuevas cuentas había destinados 873 millones extraordinarios para estas políticas. Este componente social de las cuentas debía servir para “ampliar la base social” del independentismo catalán e intentar seducir al espacio de la izquierda más próximo a Podemos. Esta estrategia queda ahora desbaratada.
¿Qué pasa con la hoja de ruta de JxS?
La hoja de ruta de JxS tenía previsto dejar Cataluña a “las puertas” de la independencia en 18 meses. Los planes de la coalición independentista pasaban por dejarlo todo preparado para abrir un proceso constituyente que debía acabar con un referéndum sobre esa hipotética Constitución catalana. Puede parecer que sin el pacto de estabilidad esa hoja de ruta queda en papel mojado. La CUP, sin embargo, ha insistido en que ellos siguen ligados a la declaración rupturista del 9 de noviembre, que precisamente es la base del plan separatista. “Hoy no se rompe ningún acuerdo político”, ha afirmado la diputada de la CUP Eulàlia Reguant.
Está por ver, sin embargo, si desde JxS se sigue considerando esta legislatura como un período “excepcional”. Sin la presión de la CUP para avanzar en la desconexión, la coalición independentista podría olvidarse de los 18 meses y seguir esperando un momento más idóneo para la ruptura. En ese sentido será determinante el resultado de las elecciones generales del 26 de junio.
¿El Govern podrá sobrevivir con minoría en el Parlament?
El día a día del Govern no tiene por qué alterarse demasiado ya que ya estaba en minoría. A pesar del llamado pacto de estabilidad, JxS ha perdido varias votaciones durante lo que lleva de legislatura. Sin contar el rechazo a los Presupuestos, la coalición ha perdido 64 votaciones durante estos seis meses en la cámara catalana.
La insistencia en la ruptura ha dejado a JxS muy aislado en el Parlament. No se espera que encuentren apoyos del resto de grupos en ninguna votación relacionada con el proceso soberanista, pero ciertas normas puntuales podrían encontrar el sostén de otros partidos. Para las llamadas “leyes de desconexión”, probablemente la CUP seguirá apoyando a JxS. Habrá que ver, sin embargo, si la química entre ambos partidos salta por los aires y ya no consiguen ponerse de acuerdo en nada más. Lo que está claro es que a partir de ahora JxS deberá invertir aún más esfuerzos en forjar pactos para superar votaciones en el Parlament.
¿Cómo queda la CUP?
Es innegable que la formación está cada día más dividida. Cada ocasión en que las bases deben decidir sobre algún aspecto relevante significa un duro golpe para la unidad interna que deja heridas en la formación. Sólo tres votos separaron a los partidarios de tramitar los Presupuestos de sus detractores y nadie descarta que el partido se acabe dividiendo entre un sector más nacionalista y otro más anticapitalista.
La decisión del martes les resulta incluso difícil de defender a muchos diputados del grupo parlamentario anticapitalista. La mayoría de los 10 diputados estaba a favor de apoyar los Presupuestos, según afirman en privado. El sistema asambleario, sin embargo, convierte a los parlamentarios del grupo en meros transmisores de lo que deciden sus bases. Esto se traduce en que, al final, quienes toman las decisiones están muy alejados de la dinámica parlamentaria y de los vínculos personales que pueden unir a quienes han estado negociando durante días.