Podemos copia el catálogo de Ikea, pero no quiere una tienda en Navarra
El grupo regional se opone a que la firma escandinava se instale entre Pamplona y Galar, tal y como proponen sus socios de gobierno
9 junio, 2016 19:47Noticias relacionadas
Podemos guarda una relación de amor y odio con Ikea. Por una parte, se inspira en el catálogo de la firma sueca para diseñar su programa electoral. Por la otra, no quiere que la empresa se instale en Navarra.
El programa de la formación morada se ha colado esta semana en las portadas de todos los medios nacionales. Para su diseño, el partido ha imitado al mundialmente conocido catálogo de Ikea (la publicación de la firma sueca ostenta el récord de ser la obra más publicada en el mundo, habiendo desbancado del primer puesto a La Biblia). Podemos se ha basado en este catálogo para diseñar su programa, con el objetivo de hacerlo comprensible para los electores.
Sin embargo, el partido ha manifestado su negativa a que Ikea desembarque en Pamplona. Podemos no quiere que los suecos construyan una macrotienda en suelo navarro. Los portavoces del grupo regional argumentan que sería perjudicial para el comercio de proximidad, además de recordar que “Ikea está acusada en Europa por sus práctica de evasión fiscal”, según explicó Fátima Andreo, parlamentaria navarra del partido.
Desencuentro en el cuatripartito
La hipotética llegada de Ikea a Pamplona ha provocado un desencuentro entre los partidos que sustentan el gobierno foral, conformado por Geroa Bai, EH-Bildu, Izquierda-Ezquerra y Podemos. La formación morada ha sido la única de las cuatro que se ha mostrado beligerante con el proyecto y así lo manifestó en un pleno celebrado el pasado mes de abril.
La construcción de una macrotienda ha sido defendida por el vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi (Geroa Bai), que asegura que comportará la creación de 250 empleos directos, 100 indirectos y 500 más por las obras de construcción del edificio.
No obstante, Podemos cree que Ikea “no es un buen negocio para Navarra”. Su parlamentaria Fátima Andreo esgrime que “la apertura de un nuevo centro de Ikea iría en contra de la defensa del comercio tradicional y de cercanía”, según recogió el Diario de Navarra el pasado mes de abril tras una sesión plenaria. No es la única pega que le ve la portavoz del partido al proyecto; Andreo asegura no ver “la ventaja de que una empresa que ha podido evadir 1.000 millones de euros durante seis años se instale en Navarra”.
De nada sirvió que el vicepresidente de Desarrollo Económico destacase el alto porcentaje de personas con discapacidad que contrata Ikea, ni que el 60% de los trabajadores de Ikea en España sean mujeres, que ocupan el 48% de los puestos directivos. La portavoz de Podemos replicó que “me temo que el hecho de que haya tantas mujeres es porque el convenio no es bueno, ya que los empleos feminizados tienen peores condiciones de trabajo”.
Los navarros van a Ikea
A pesar de la negativa de uno de los socios del cuatripartito, el gobierno sigue adelante con su idea de permitir que Ikea se instale en suelo navarro. Se da la circunstancia de que el gigante sueco ya cuenta en la comunidad foral con un centro de distribución, y que 260,000 habitantes de Navarra han sido clientes de tiendas de Ikea en los últimos 5 años, pero se ven obligados a desplazarse hasta Vitoria o San Sebastián para realizar sus compras.
El gobierno ofrecería a la empresa escandinava unos terrenos de 30.000 metros cuadrados situados entre Pamplona y Galar. La zona es conocida como Garitón de Ripalda y se encuentra entre la antigua fábrica Superser y el Parque de Bomberos. La construcción de la tienda supondría también la creación de un vial con salida hacia Zaragoza.
Para el vicepresidente económico Manu Ayerdi, la implantación de una tienda Ikea en Navarra supondría que “el IRPF, el IVA y el Impuesto de Sociedades se quedase en Navarra”. Pero ni las promesas de empleo ni los supuestos ingresos tributarios convencen a Podemos: “El IRPF se quedaría aquí, pero habría que ver si eso compensa el de trabajadores que pierdan su puesto de trabajo”, advirtió Fátima Andreo. Además, la portavoz recordó que en los acuerdos de gobierno existe una cláusula por la que “a excepción de proyectos singulares que puedan requerir un análisis específico, se mostraría una posición contraria a la apertura de grandes superficies. Y este proyecto no es singularmente bueno” recogía el Diario de Navarra.
Mientras el grupo navarro consolida su oposición frontal a Ikea, desde la dirección nacional de Podemos se mantienen al margen de esta polémica y siguen confiando en la empresa sueca como referente de diseño. Carolina Bescansa declaró durante la presentación del programa que se trata de un programa “atractivo para los electores y fácil de leer”, y afirmó que espera “que sea el programa más leído de la democracia. A veces basta con cambiar el formato para atraer a más gente”.