La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a los padres de un menor a pagar a una empresa de transportes los daños causados por su hijo, que participó al comienzo del puente de diciembre de 2014 en el apedreamiento de un autobús cuando circulaba con pasajeros en su interior. El propio menor deberá realizar tareas socio-educativas.
Los magistrados han rechazado el recurso que la defensa del joven interpuso contra la sentencia dictada por el Juzgado de Menores, que consideró probado que sobre las 22:00 horas del 6 de diciembre de 2014 el menor, junto a otras personas que no pudieron ser identificadas, "arrojaron piedras contra el autobús propiedad de la empresa A., que estaba circulando con pasajeros dentro por la avenida de Novelda" en la ciudad de Alicante.
Las piedras alcanzaron la luna trasera, valorada en 656 euros, que se fracturó. Ningún pasajero resultó lesionado.
El menor fue condenado por el Juzgado a realizar actividades socio-educativas durante un máximo de 12 meses, mientras que sus padres tendrá que pagar la luna y las costas del proceso, fallo que ha sido confirmado en la segunda instancia judicial.
De acuerdo con la ley penal del menor, cuando el responsable de los hechos cometidos sea un menor de dieciocho años "responderán solidariamente con él de los daños y perjuicios causados sus padres, tutores, acogedores y guardadores legales o de hecho, por este orden". La norma prevé que, a la hora de valorar la responsabilidad de los padres o tutores, el juez tenga en cuenta "si han favorecido la conducta del menor con dolo [de forma intencionada] o negligencia grave".
La Audiencia no tiene ninguna duda de la participación del joven en el apedreamiento del autobús, que cubría la línea 24 Alicante-San Vicente de Raspeig. Además de lo que declararon el conductor del vehículo y otros testigos, se encontró un mensaje de whatsapp enviado por el menor con su teléfono móvil en el que señalaba "le hemos metío [sic] un Pedrazo al 24".
Los jueces rechazan la tesis de la defensa de que fue el corrector de la aplicación el que cambió el verbo "han", que fue el que el menor dijo haber escrito, por "hemos".
"Llama poderosamente la atención de esta Sala que el corrector automático del teléfono cambie la palabra 'han' por la de 'hemos', tal y como sostiene el menor, y no corrija las numerosas faltas de ortografía que aparecen en el mensaje de texto", indica la sentencia.