Un grupo de expertos y profesores han elaborado una propuesta de reestructuración de la Universidad Complutense alternativa a la presentada por el Rectorado, que pretende reducir de 26 a sólo 17 el número de facultades. Una iniciativa que aumenta el ‘plan de adelgazamiento’ del mayor campus universitario del país, pese a que los autores del borrador confiesan que “están en contra de su propia propuesta”: sólo quedarían ‘vivas’ 12 facultades.
“Hemos de señalar que nosotros estamos en contra de nuestra propia propuesta porque discrepamos de los criterios de fondo que sustentan el planteamiento del Vicerrectorado”, advierten los profesores que han formado el Observatorio Invisible UCM al comienzo del plan al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
El borrador tiene como objetivo un diseño alternativo de reestructuración de centros que “ofrece mejores indicadores en todos los ítems identificados como decisivos” por parte de la propuesta del rector, Carlos Andradas. Así, propone una serie de nuevas facultades para resolver “la existencia de grandes diferencias en cuanto al tamaño de los centros en profesorado, estudiantes, investigación y titulaciones” con el propósito de demostrar que “el nuevo diseño de Facultades logra una definición más homogénea y menos asimétrica de los centros”.
Los profesores que suscriben el documento afirman que todas las propuestas de nuevas facultades son “perfectamente justificables” y ponen de ejemplo que la Facultad de Medicina y Veterinaria nueva ya existe en la UNAM o que la Facultad de Psicología y Educación toma su referente en la Universidad de Deusto y tendría el título de Grado en Logopedia que se beneficiaría de sinergías científicas y académicas.
Por su parte, la Facultad de Matemáticas e Informática sería similar a la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Barcelona que incluye el Grado en Informática y la Facultad de Geografía, Historia y Bellas Artes se beneficiaría de las sinergías en el Grado de Historia del Arte y en el Grado de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural.
En resumen, estas serían las doce facultades que proponen los profesores:
-Facultad de Medicina y Veterinaria
-Facultad de CC. Químicas, Físicas, Óptica y Optometría
-Facultad de Psicología y Educación
-Facultad de CC. de Salud (Farmacia, Enfermería. Fisio y Podolología, Odontología)
-Facultad de CC. Económicas, Comercio y Turismo, y Estudios Estadísticos
-Facultad de Geo., Historia y Bellas Artes
-Facultad de Filología y Filosofía
-Facultad de CC. Políticas, Sociología y Trabajo Social
-Facultad de Derecho
-Facultad de CC. Biológicas y Geológicas
-Facultad de CC. de la Información y de la Documentación
-Facultad de CC. Matemáticas e Informática
Concluyen con que en su modelo de reestructuración se obtienen mejores “ratios” de profesores permanentes, ECTS matriculados y total de alumnos: “Si una mayor modernización institucional consiste en una homogeneización y simetría numéricas entre sus centros, entonces esta propuesta supondría una mayor modernización de la UCM que la presentada por el Vicerrectorado”.
Con el plan del Rectorado presentado hace una semana, una de las facultades que se salvaba del adelgazamiento del campus era la Facultad de Matemáticas, a la que pertenece el actual rector, Carlos Andradas. Algo que se critica duramente en el borrador.
“Resulta evidente que hay una decisión política en defender la permanencia de la Facultad de Matemáticas y posibilitar la absorción de la de Estudios Estadísticos. De hecho, si solamente se realizara un cambio en la propuesta del Vicerrectorado, el de integrar Matemáticas, Estadística e Informática, ninguna “ratio” empeoraría y, además, mejorarían considerablemente las referidas a ECTS matriculados y total de alumnos/as”. Y continua: “Así pues, el Rectorado parece actuar parcialmente al no someter a reestructuración una Facultad a la que pertenece el Rector y el Vicerrector de Planificación y Evaluación Institucional”.
Admiten que su propuesta “no podría generar ningún tipo de consenso dentro de la UCM porque afecta a todos los centros” al igual, en su opinión, que la defendida por el Rectorado. No obstante, emplazan a la máxima dirección a asumir esta propuesta como suya para mejorar los indicadores objetivos.