Manuela Carmena y la portavoz del PSOE en Madrid, Purificación Causapié, eran una foto corriente, a veces mensual, otras incluso semanal. Han dado varias ruedas de prensa conjuntas y sus votos en el pleno han ido casi siempre en la misma dirección, siendo noticia cuando los socialistas daban la espalda al Gobierno consistorial.
Desde hace un año, la entrada del PSOE en el Ejecutivo ha sido un titular a punto de escribirse. Hasta ahora. Causapié ha dado dos estocadas a Carmena y a día de hoy su alianza resulta lejana, a pesar de su amistad y el feeling mostrado.
La campaña encubierta de Carmena -la Junta Electoral la ha forzado a retirar del ámbito mediático cuatro iniciativas- ha desatado las críticas del PSOE contra el Ayuntamiento.
Cuando Ahora Madrid bajó el IBI a tan sólo seis días de las elecciones, los socialistas la acusaron de "ejercicio de cinismo" y "maniobra electoral", unas declaraciones que sonaron con fuerza en boca de quien había respaldado casi sin ambages la labor de la alcaldesa.
Las estocadas del PSOE
Pero el enfrentamiento no quedó ahí. Dos días más tarde, la Junta Electoral tumbó, además de la campaña del IBI, otras tres iniciativas de Carmena por considerarlas "contrarias a la normativa". Tal y como estipula la ley, las Administraciones Públicas deben mantenerse neutrales durante la carrera electoral.
Entonces, Causapié, con un tono más encendido, achacó a la regidora "estar ensuciando el nombre del Ayuntamiento con fines electoralistas".
Ahora Madrid no ha entrado en la batalla dialéctica, pero un detalle revela el divorcio entre ambas organizaciones. Hasta ahora, los portavoces del Ayuntamiento han sostenido la posibilidad de que el PSOE entrara en su Gobierno. "La mano está tendida", repetían. Pero este jueves, Rita Maestre ha despejado la pelota y no ha querido referirse a los socialistas, cuando hasta ahora se ofrecían de forma mecánica.
¿Por qué ahora?
El distanciamiento entre ambos partidos llega a tan sólo cuatro días de las elecciones. Fuentes socialistas aseguran a este periódico que los ataques de Causapié a Carmena, hasta ahora inéditos, obedecen a instrucciones de Pedro Sánchez: "No es casualidad. Lógicamente, tiene que ver con las alianzas que habrá que buscar tras el 26-J".
Más allá de la resaca electoral, el reto de Carmena es convencer a los socialistas para que le devuelvan su apoyo. El pleno de finales de mes recoge cuestiones delicadas que el Ejecutivo no podrá sacar adelante sin el 'sí' del PSOE.