El ex comisario de Marbella, A. H. de D, fue cesado de su puesto por investigar el ático de lujo que Ignacio González discfrutaba en la Costa del Sol. Y eso, pese a que lo hizo con la autorización del entonces número dos de la Policía Nacional y a que el archivo de la querella presentada en su contra por el ex presidente de la Comunidad de Madrid refleja que las pesquisas sobre el inmueble fueron legales.
El responsable policial -que ha prestado declaración como testigo esta mañana en Estepona frente a la jueza que investiga el caso- mantiene que tras las primeras pesquisas sobre el inmueble, comprado por el testaferro Rudy Valner gracias a varias sociedades interpuestas, fue objeto de una persecución tanto judicial como dentro del cuerpo. Por un lado, el propio Ignacio González le presentó una querella, ya archivada. Por otro, fue trasladado de destino y objeto, entre otros, de un expediente de expulsión dentro de la Policía Nacional.
En su declaración judicial, el comisario ha reiterado que fue el Director Adjunto Operativo y entonces número dos de la Policía, Miguell Ángel Fernández Chico, quien de viva voz le dio la orden de investigar el inmueble de lujo que Ignacio González disfrutaba en Estepona. La información, según esa versión, llegó por boca de un confidente policial de la operación Gürtel. El delator, que nunca ha sido identificado, marco la vivienda como una supuesta dádiva recibida por González tras una importante operación urbanística aprobada por la Comunidad de Madrid en Arganda.
Ahora, el juzgado de instrucción número 5 de Estepona investiga la compra de este ático por el ex responsable público. Y por ello ha imputado tanto González como al empresario Enrique Cerezo, relacionado en los negocios con el fiduciario Rudy Valner. Para esclarecer estos hechos, la jueza encargada del caso ha citado también hoy al entonces comisario de la Brigada Central de Investigación de Blanqueo de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), J.L.G, que finalmente no ha comparecido.