Un informe dirigido al juez del caso Rato, Antonio Serrano-Arnal, por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sostiene que el ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato "favoreció" desde la presidencia de Cajamadrid/Bankia a Lazard porque, de no hacerlo, hubiera podido perder "millones de dólares" que recibió del banco de inversión cuando ya estaba al frente de la entidad bancaria madrileña.
El informe, conocido por EL ESPAÑOL y que forma parte de la pieza, hasta ahora secreta, abierta por Serrano-Arnal para investigar las relaciones de Rato con entidades como Lazard o Telefónica, ha sido la base para que el instructor atribuya al ex político un supuesto delito de corrupción en los negocios (o corrupción entre particulares) y haya otorgado la condición de investigado (nueva denominación de los imputados) a Pedro Pasquín, consejero delegado de Lazard España.
Los investigadores de la Guardia Civil explican que después de cesar como director gerente del Fondo Monetario Internacional en 2007, Rato trabajó para Lazard desde febrero de 2008 tras firmar un contrato que tenía una duración prevista de tres años.
Las retribuciones pactadas incluían un salario fijo anual de 1.000.000 de dólares y un pago inicial de 3.000.000 de dólares en unidades de acciones restringidas (derechos sobre acciones de Lazard cuya titularidad no corresponde al beneficiario hasta que llega el momento del canje de las mismas) a desbloquear el 31 de marzo de 2011.
El contrato también contemplaba un bonus ordinario de 500.000 dólares en unidades de acciones restringidas a canjear el 1 de marzo de 2013 y un bonus extraordinario de 6.000.000 dólares en acciones restringidas que quedarían desbloqueadas el 31 de marzo de 2013.
La UCO subraya que, a pesar de que la percepción del bonus extraordinario quedó condicionada a la "continuidad del empleado en la sociedad" y que esta condición no se cumplió porque Rato dejó Lazard en enero de 2010 para pasar a presidir Cajamadrid, el banco de inversión mantuvo el pago de los seis millones de dólares a Rato aunque no en concepto de bonus sino de "compensación por terminación de contrato de trabajo".
"Resulta evidente", señala el informe, "que la finalización del contrato por Rodrigo Rato con Lazard, en virtud de lo establecido en su contrato de trabajo, supondría la pérdida al derecho de cobro del bonus extraordinario y, sin embargo, Lazard mantiene ese pago como 'compensación' aun cuando la relación laboral se extinguió con ocasión del inminente nombramiento de Rato como presidente de Cajamadrid".
'Prohibición de competencia'
Tras analizar la documentación aportada por Lazard, los investigadores resaltan "una peculiaridad no explicada hasta ahora" consistente en que, de acuerdo con la relación contractual que vinculaba a Rato con Lazard, el primero quedó sometido a un "período de prohibición de la competencia" que finalizaría el 31 de marzo de 2013 (fecha de desbloqueo de las acciones restringidas). El incumplimiento de esa cláusula tenía como consecuencia la pérdida del derecho a recibir las acciones.
El informe indica que "en estas circunstancias, en el marco de la presidencia de Rodrigo Rato en Cajamadrid/Bankia, se produjo la necesidad de contratar servicios de consultoría externa para llevar adelante la fusión de las siete Cajas que darían lugar a BFA/Bankia y para la salida a Bolsa de la entidad, entre otros servicios. La contratación de estos servicios se hizo precisamente con Lazard, cuya designación se hizo, tal y como declaró en sede judicial el propio Rato, por decisión suya".
La UCO ha corroborado que la decisión de Cajamadrid de contratar a Lazard fue tomada de forma personal por Rato gracias al testimonio del consejero del PSOE Jorge Gómez Moreno, que fue interrogado por los investigadores porque su nombre apareció en un correo electrónico intervenido a Rato que le fue enviado por el también consejero de Cajamadrid José Manuel Fernández Norniella.
De ese correo "se desprende que Gómez Moreno mostró a Fernández Norniella su disconformidad con el hecho de que se presentara al consejo de Cajamadrid la propuesta de Lazard cuando la decisión estaba tomada de antemano".
El informe también subraya que en la declaración de intereses que Rodrigo Rato presentó en Cajamadrid no mencionó nada respecto a Lazard, pese a que, según la UCO, "seguía vinculado" a la banca de inversión.
De un lado, Rato estaba sometido "hasta la fecha de desbloqueo de las acciones (marzo de 2013) por claúsulas que le obligaban a no captar, directa o indirectamente, a un cliente para hacer negocios con una empresa competidora" de Lazard.
De otro, Rato siguió utilizando la cuenta de correo que tenía en la banca de inversión para comunicarse con sus directivos y dar instrucciones sobre el canje de las acciones.
Además, y pese a que los contratos prohibían la percepción de cualquier anticipo en el cobro de las acciones, Lazard se saltó esa prohibición con Rato, al que en mayo de 2011 dio un "adelanto" de 2,2 millones de euros.
Según declaró Pasquín, Rato se dirigió a él para comentarle "que tiene demasiado dinero en acciones y que la situación no le gusta". El consejero delegado de Lazard "le remitió a personal. Sabe que consigue un anticipo y que cuando cobra las acciones lo repone. Este anticipo se lo adelanta con un interés del 3%".
Esa operación, que Rato calificó de préstamo, es considerada por la UCO como "un trato de favor" del banco de inversión a su antiguo empleado, porque los contratos no sólo acordaban el pago de acciones diferido en el tiempo sino que también prohibían los anticipos. De esta forma, el abono a Rato por adelantado "supone una contradicción con la política salarial de Lazard", expone el informe.
A diferencia de otros pagos de Lazard, que Rato ingresaba directamente en una cuenta española, ese anticipo tuvo un recorrido diferente. Los fondos llegaron a una entidad bancaria en Londres y se ingresaron en una cuenta de la empresa de Rato Kradonara, desde la que se transfieren a Arada, otra mercantil del ex vicepresidente del Gobierno.
"Esta operación", dice la UCO, "logra ocultar el origen del dinero, interponiendo un entramado internacional que interactúa con otro nacional. Si esos fondos procedieran de una conducta ilícita, los indicios vinculados a una operación de blanqueo son abrumadores".
Los contratos dados a Lazard
El informe analiza igualmente los contratos que Cajamadrid/Bankia otorgaron a Lazard en el período 2010-2012, durante el que Rato fue presidente de la entidad.
Estos contratos permitieron ingresar a Lazard las siguientes cantidades abonadas por Bankia: en 2011, 5.197.823 euros; en 2012, 2.133.841; en 2013, 293.226€ y en 2014, 116.201€.
Desde la Sociedad Promoción y Participación Empresaria Cajamadrid, Lazard cobró en 2009, 23.200€, en 2010, 280.800€ y en 2011, 1.282. 793€.
Por parte del BFA, Lazard percibió en 2012 un total de 363.000€.
"Se puede apreciar un importante aumento de la facturación de Lazard a Cajamadrid/Bankia desde el momento en que Rato accede a la presidencia", observa la UCO.
Cajamadrid ocupaba entre los clientes de Lazard el puesto 34 en 2009, pasando al octavo en 2010, al segundo en 2011 y al cuarto en 2012, bajando tras la presidencia de Rato al lugar decimoprimero.
"Las circunstancias descritas", concluye el informe, "ponen de manifiesto cómo la relación contractual entre Lazard y Rato, la cual se mantuvo más allá de su nombramiento como presidente de Cajamadrid/Bankia, obligaba a éste a una serie de actos con respecto a la contratación de otras empresas de la competencia del sector en el que presta sus servicios Lazard que, de no cumplirse, podrían haber supuesto la pérdida de una importante cantidad de dinero para Rodrigo Rato".
"Si no hubiera favorecido a Lazard en detrimento de otras sociedades", finaliza, "existía la posibilidad de perder millones de dólares".