Finalizada las rondas de contactos, Mariano Rajoy se siente con ganas de presentarse a una sesión de investidura siempre y cuando el Rey se lo proponga y alguno de sus rivales políticos le apoye. El líder del PP ha dejado claro que si tuviera la certeza de que es imposible ser investido, "abriría un período de reflexión" para que todos repensasen sus posiciones. "Porque, si no, ¿qué salida le damos salida a esto?", preguntó en alto.
El presidente del Gobierno en funciones ha reconocido que las conversaciones con todos han sido "cordiales" y se muestra muy prudente a la hora de aventurar qué va a pasar. Pasada la mediodía de este miércoles, Mariano Rajoy ha enviado a sus contrincantes políticos un programa, abierto a cambios, con el que está dispuesto a gobernar. Flanqueado por su jefe de gabinete, Jorge Moragas; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, y el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, Mariano Rajoy ha reconocido que si sus contrincantes no se mueven de sus posiciones actuales va a ser imposible sacar adelante la legislatura. "Yo no puedo gobernar si C´s se abstiene y el PSOE vota en contra".
Por la tarde, en un corrillo con periodistas el presidente del Gobierno ha comentado que baraja el 2 de agosto como fecha para iniciar el debate de la primera votación de investidura en caso de que el Rey le encargue intentarlo.
De esa forma, esta primera votación de investidura sería el día 3 de agosto y, si no consiguiera la mayoría absoluta, la segunda se produciría el viernes 5 de agosto, según ha comentado Mariano Rajoy en una conversación informal con periodistas en el Congreso. Se trata de unas meras previsiones.
En su comparecencia en el Congreso, el líder del PP volvió a sacar pecho de sus resultados electorales para pedir a todos "responsabilidad" y "actuar en consecuencia. Tengo interés en ir a la investidura, somos la única fuerza política que ha subido en votos. Tengo interés en gobernar. Yo sí quiero gobernar". Sobre las conversaciones con sus contrincantes, Mariano Rajoy se quedó con lo esencial: que nadie quiere unas terceras elecciones y que, para evitarlo, tendrán que llegar a un entendimiento. "No se deben repetir las elecciones de ninguna de las maneras. Estaríamos en un disparate del que nos arrepentiríamos siempre. Creo que no hay ningún español que quiera. Lo que quieren es que se forme un gobierno a la mayor brevedad posible".
Rajoy insistió en que deber formarse un gobierno "a la mayor rapidez posible porque llevamos muchos meses en funciones". Lo ideal, a juicio del aspirante a presidir el nuevo Gobierno, "es que este asunto esté resuelto a finales de julio o principios de agosto". Además, recordó que el nuevo Ejecutivo que se forme "debe tener cierta estabilidad, tiene que tener margen de maniobra para gobernar. Es muy importante que el Gobierno pueda cumplir con sus obligaciones".