Un submarino de propulsión nuclear británico ha atracado este jueves en el puerto de Gibraltar tras chocar contra un buque mercante en aguas cercanas al Peñón en la tarde de ayer, aunque la embarcación solo sufrió daños. No obstante, el Gobierno español ha pedido este jueves "explicaciones urgentes" a Londres por la situación del submarino.
El submarino, que estaba sumergido cuando se produjo el accidente, sufrió algunos daños externos "pero no se hay ningún daño en la planta nuclear y ningún miembro de la tripulación ha sufrido daños", ha asegurado el Ministerio de Defensa británico. El incidente se produjo cerca de Gibraltar, cuya soberanía reclama España.
La Royal Navy, la Marina británica, precisó que el submarino estaba en la zona realizando ejercicios de entrenamiento y ha iniciado una investigación para esclarecer las causas de la colisión. Además, asegura que ha sometido a la nave a varios controles de seguridad para asegurar que no haya problemas en el reactor nuclear de la nave.
El ministro británico para las Fuerzas Armadas, Mike Penning, ha llamado este mismo jueves al ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, para trasladarle personalmente esas garantías. "He hablado con él hoy para que me garantizara que el reactor del submarino quedó intacto y que, por lo tanto, su presencia en el Muelle Sur no supone ningún riesgo para Gibraltar. Estoy satisfecho con sus garantías y su explicación del incidente", ha explicado Picardo.
España espera explicaciones
El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha indicado que ha sido el secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Eguidazu, el que ha pedido explicaciones al secretario de la embajada británica, con el que se ha reunido, por el accidente sufrido por el HMS Ambush.
"Estamos a la espera de que nos cuenten qué es exactamente lo que ha pasado y por qué", ha añadido García-Margallo quien ha insistido en que el Gobierno "ha hecho lo que tiene que hacer que es llamar inmediatamente" a los representantes diplomáticos del Reino Unido.
Ante la insistencia de los periodistas, ha recalcado que el Gobierno tiene que esperar a esas explicaciones antes de tomar ninguna decisión. "Es norma de esta casa no disparar antes de apuntar. O sea, procuramos saber qué es lo que ha pasado antes de manifestar cuál es nuestra posición", ha dicho.
Antes de esas declaraciones de García-Margallo, el Ministerio de Exteriores hizo público un comunicado en el que informaba de que España había solicitado "explicaciones urgentes" a la embajada británica "sobre el alcance de la avería sufrida" por el submarino "y toda aquella información que sea relevante en relación con las circunstancias del suceso".
Asimismo, fuentes del Ministerio de Exteriores confirmaban a Efe que las autoridades españolas tenían conocimiento de la presencia del submarino y que, de acuerdo con informaciones británicas, el accidente "no reviste gravedad".
Según fuentes del puerto de Gibraltar, el submarino fue remolcado por dos embarcaciones en la tarde de ayer para ayudarle en la maniobra de atraque. Según los medios británicos, este submarino, que está al servicio de la Marina desde 2013, ya había estado en Gibraltar en junio y marzo pasado.
La nave, de clase Astute, es la más nueva y avanzada que tiene la Armada Real Británica HMS Ambush en su servicio. Según la Marina británica, esta clase de buques son los más grandes, más avanzados y más poderosos submarinos de ataque que opera la Royal Navy, combinando sensores líderes en el mundo, el mejor diseño y armamento. 7.400 toneladas de tecnología punta valoradas en 1.100 millones de libras (1.199 millones de euros) que no le salvaron de colisionar contra un buque mercante, han resaltado los medios británicos.
La disputa sobre la soberanía
No es la primera vez que una nave británica atraca en el puerto de Gibraltar y causa revuelo. En el año 2000, el submarino nuclear británico "HMS Tireless" estuvo en Gibraltar para ser reparado después de hallarse una fisura en el área de refrigeración cerca del reactor nuclear. La presencia del "HMS Tirelss" fue motivo de manifestaciones en Gibraltar y en el sur de España por parte de grupos defensores del medio ambiente, entre ellos Greenpeace.
El incidente llega además en un momento sensible en la discusión sobre la soberanía del Peñón. Con la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, ofreció a Gibraltar aceptar una soberanía compartida entre España y el Reino Unido cuando se materialice el brexit para que el Peñón mantenga su acceso a la UE. Margallo ha insistido esta semana en la necesidad de "dialogar" sobre los intereses de España antes incluso de que el Reino Unido active el mecanismo formal para salir del bloque europeo y empiecen las negociaciones.
Por su parte, el nuevo ministro de Exteriores británico, el líder euroescéptico Boris Johnson, se ha reunido ya con el principal del Peñón, Fabian Picardo, y le ha trasladado su postura "indefectiblemente firme" respecto a la soberanía del territorio y que "redoblaría la guardia" a este respecto. "Soy forofo de Gibraltar; es un lugar que admiro mucho", afirmó sobre la Roca, territorio que votó abrumadoramente por quedarse en la UE.
Margallo y Johnson han acordado reunirse, en una fecha aún por determinar, para abordar entre otros asuntos la cuestión de Gibraltar.
Análisis radiológico "urgente"
Que el submarino británico transporte un reactor nuclear ha hecho saltar las alarmas de los ecologistas, que han pedido ya a las autoridades españolas que se desplacen a la Bahía de Algeciras, en Cádiz, para hacer un análisis radiológico de la zona tras la colisión.
El portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción en el Campo de Gibraltar, Antonio Muñoz, ha cuestionado la "clase de seguridad" que tienen las autoridades británicas, teniendo en cuenta que "los submarinos están obligados a ir por encima del agua una zona como el Estrecho", donde existe mucho tráfico marítimo y "no pueden emerger de la nada", ha recogido Europa Press. Muñoz ha mostrado su indignación porque "se saltan la normativa a la torera".
El grupo ecologista reclama un análisis radiológico de la zona, pues "la radiactividad no se ve como los hidrocarburos" y "desconfían" de la información que ha trasladado Gibraltar relativa a que el 'HMS Ambush' no tiene afectada la planta nuclear tras la colisión. Para ello, piden que el Consejo de Seguridad Nuclear se desplace al lugar con medidores Geiger y realicen un informe a fin de determinar si hay "contaminación radioactiva".
Por otra parte, el grupo exige que "se lleven inmediatamente de la zona el submarino" ya que el puerto de Gibraltar está catalogado como Z, es decir, que los submarinos nucleares "pueden atracar para un descanso de la tripulación o que sean visitados por el público", pero "jamás para mantenimiento y reparaciones de estos sumergibles, existiendo incluso la prohibición de entrada en un puerto Z de submarinos de propulsión nuclear dañados o averiados". La asociación ecologista ha explicado que los submarinos nucleares sólo pueden someterse a reparaciones o sustituir su combustible en los puertos catalogados como X, como es el caso de Devenport, en Playmouth (Reino Unido).