Una nueva piedra dificulta el camino hacia la investidura de Mariano Rajoy. A menos de 24 horas de cerrar las consultas con el Rey, el líder del PP se ha encontrado con un problema añadido con el que no contaba: los grupos independentistas del Parlament, Junts pel Sí y la CUP, han votado juntos en la Cámara catalana para iniciar el proceso de desconexión de España. El presidente del Gobierno en funciones, mudo y bloqueado, ha dejado que sea Soraya Sáenz de Santamaría la que explicara públicamente qué pasos va a seguir el Ejecutivo una vez que Pedro Sánchez, en un tono mucho más presidenciable, había comparecido ya en la sede de su partido.
Fuentes cercanas al presidente del Gobierno en funciones, que tenía la agenda del día completamente despejada, se apresuraron en afirmar que Mariano Rajoy se había puesto en contacto a lo largo de la mañana con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera para comunicarles qué pasos iban a dar para acabar con los planes de los independentistas catalanes. Casi a las tres de la tarde, Sáenz de Santamaría era la encargada de hacer una declaración institucional en nombre del Gobierno desde el Congreso de los Diputados, donde reconoció que la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios ya ha estudiado la posibilidad de elevar al Consejo de Ministros del viernes un acuerdo para autorizar a la Abogacía del Estado a que presente ante el Tribunal Constitucional un incidente de ejecución contra la resolución.
Mientras tanto, apenas una hora antes el secretario general del PSOE calificó de "extrema gravedad" la decisión de aprobar el plan unilateral de desconexión y ofreció a Rajoy el apoyo de su partido para "impulsar una solución política". La propuesta que propone el Ejecutivo, según explicó después Sáenz de Santamaría, es interponer un simple recurso.
El fantasma del caso Bárcenas
Rajoy tampoco se dejó ver durante todo el martes, cuando se dio a conocer el procesamiento al PP por la presunta comisión de un delito de daños informáticos y otro de encubrimiento por el supuesto borrado de los discos duros de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas. Casi al mismo tiempo que el Parlament votaba iniciar la desconexión, en el Congreso de los Diputados PSOE y Ciudadanos coincidían en un punto: si el auto de la jueza de instrucción número 32 de Madrid "adquiere firmeza", el presidente en funciones tendrá que dar explicaciones en el Congreso antes incluso de someterse a su propia investidura.
El vicesecretario general de C´s, José Manuel Villegas, fue muy contundente en este tema y pidió a Rajoy que haga esa comparecencia de forma voluntaria por ser un hecho "excepcional y de tanta gravedad". Si el líder del PP no lo hiciera, desde Ciudadanos aseguran que registrarán en el Congreso la petición de comparecencia para que el presidente del Gobierno en funciones acuda a la Diputación Permanente.
En busca de apoyos imposibles
El caso del 'ordenador de Bárcenas' y el nuevo golpe a España que han dado los secesionistas catalanes en plenas consultas con el Rey han difuminado las pocas esperanzas que Mariano Rajoy tenía de llegar a la consulta con el Rey y poder aceptar un encargo de investidura. El círculo más cercano al presidente insiste en que Rajoy no cesa en su empeño de "encontrar los apoyos" que necesita para alcanzar la mayoría en el Parlamento y confía en que "todos asuman" su parte de responsabilidad para desatascar la situación.
Conforme pasan los días y el día de la ronda con el rey se acerca, en el PP pierden la esperanza de que Mariano Rajoy pueda superar una sesión de investidura durante la primera semana de agosto. Muchos marcan ya en el calendario "como muy pronto la última semana del mes". Confían en que, si ningún portavoz cambia el sentido de su voto en su reunión privada con el Rey, el monarca abra un período de reflexión para que todos vuelvan a pensar sus posiciones. Aceptar un encargo del Rey y posponer el debate de investidura hasta dentro de un mes, como se ha propuesto informalmente en distintos círculos de poder, es algo que en el PP no se plantean. "Rajoy solo aceptará un encargo si tiene los apoyos previamente", insisten en fuentes conservadoras.