La abogada Beatriz García Paesa -sobrina del espía español Francisco Paesa- niega ser la propietaria de una casa en Marbella a nombre de una sociedad en Luxemburgo. En un comunicado remitido a EL ESPAÑOL, la abogada investigada por la Audiencia Nacional reconoce que ella es la representante legal de Alza Imo Invest, con sede en el ducado centroeuropeo, pero mantiene que su papel se limita a ser representante legal de la empresa, y no la propietaria real del inmueble, que se mantiene en el anonimato.
"La totalidad de su información es falsa", mantiene la letrada en su comunicado, para reconocer a renglón seguido la información aportada por EL ESPAÑOL: tanto que la citada residencia está a nombre de una sociedad controlada de forma alterna por ella y su hermano desde Luxemburgo, como que desde hace ocho años aparece con un propietario distinto en el Registro de la Propiedad español.
"Ni yo misma ni mi familia somos propietarios de una propiedad en Marbella, directa o indirectamente". asegura García Paesa. "Mi despacho como persona jurídica actúa en el ámbito del derecho de sociedades en la gestión de sociedades de derecho luxemburgués tanto a nivel nacional como internacional, incluyendo la administración, la asesoría fiscal y el cumplimiento de todas las obligaciones legales que les incumben". "Es un disparate mayúsculo -prosigue la abogada- que me pueda ser atribuida la propiedad de todos los bienes que pertenecen a sociedades de mis clientes, de las cuales actúo como representante legal".
Sin embargo, tal y como reconoce la propia García Paesa en su escrito, esa no es una atribución que se haga en el reportaje. "Como usted indica en su artículo, la propietaria no soy yo, sino la sociedad Alza Imo Invest SA, a la que yo represento, de la que no soy propietaria.
La culpa, del notario
Lo que no explica el comunicado remitido por García Paesa es la causa por la que la vivienda -de 173 metros cuadrados y valorada en 1,2 millones de euros- aparece escriturada casi diez años después a nombre de la constructora en los registros españoles. Los mismos registros, por ejemplo, que consulta la Justicia para bloquear los bienes de los investigados en España.
En una segunda comunicación y tras las preguntas de este diario, García Paesa asegura que la culpa de esta irregularidad es del notario que participó en la compraventa, que tampoco identifica. "Creo y prefiero pensar que se trata de un error u olvido del notario que escrituró la compra-venta o de su oficina notarial, o de la gestora encargada de tales gestiones. Tenían todos los datos necesarios para hacer la misma pero no sabemos por qué razón ésta no fue realizada debidamente", explica la abogada residente en Luxemburgo, reconociendo la información aportada por EL ESPAÑOL pero negando una intencionalidad por su parte en este ocultamiento.
Tal y como refleja el reportaje "fue a raíz de la asamblea general de propietarios del 21 de julio de 2016, cuyo documento con mi firma ha publicado su periódico, que la omisión fue revelada y constatada por otro propietario, para sorpresa de mi cliente". Según García Paesa, "desde entonces abogados en Marbella están haciendo lo posible para la correcta inscripción".
En cualquier caso, este es el comunicado íntegro remitido por la sobrina del espía.