Aprender defensa personal o cambiar de número: consejos de la Policía a mujeres maltratadas
El plan de Interior busca perfeccionar el sistema de valoración de riesgo y adaptar las medidas policiales.
18 agosto, 2016 00:37Noticias relacionadas
Tener preparada una bolsa de emergencia, aprender defensa personal o mantener una pequeña cantidad de dinero disponible en todo momento. Estos son algunos de los consejos que la Policía transmitirá a mujeres víctimas de violencia machista desde este miércoles. El Ministerio del Interior ha aprobado un nuevo protocolo para valorar el nivel de riesgo de las mujeres maltratadas en el que se incluyen medidas policiales de protección como la vigilancia del domicilio, del lugar de trabajo de la víctima o el control del agresor.
El plan se engloba bajo el nombre "Protocolo para la valoración del nivel de riesgo de violencia de género y de gestión de la seguridad de las víctimas" y busca perfeccionar el sistema de valoración de riesgo y adaptar las medidas policiales según los niveles de riesgo: no apreciado, bajo, medio, alto y extremo.
Información para concretar el riesgo
Siempre que se tenga conocimiento de un episodio de violencia de género, la actividad policial se dirigirá a determinar los factores referidos a la violencia sufrida por la víctima: las relaciones mantenidas con el agresor; los antecedentes del propio agresor y su entorno; las circunstancias "familiares, económicas, sociales y laborales" en las que se encuentra la víctima y el agresor; y, por último, la retirada de denuncias, la reanudación de la convivencia y si la víctima ha renunciado al "estatuto de protección" concedido.
Tras valorar estos factores, se concretará el nivel de riesgo de que se produzca una nueva agresión contra la víctima y se determinarán las medidas policiales de protección que deben ser adoptadas, siempre de manera "personalizada e individual".
Del mismo modo, los agentes encargados de la protección de las víctimas volverán a valorar este nivel de riesgo periódicamente, realizando nuevas entrevistas con la víctima o personas de su entorno.
Nivel de riesgo "no apreciado"
En este caso, las medidas que adoptarán las unidades policiales serán las mismas que para cualquier otro ciudadano denunciante. Se aconsejará a la víctima llevar siempre un teléfono móvil, crear una lista de teléfonos de emergencia y asistencia (casas de acogida, médicos, contactos de confianza) y se le facilitará el conocimiento de los derechos que le asisten y los recursos que tiene a su disposición en un entorno cercano.
Nivel de riesgo "bajo"
Cuando se determine que el nivel de riesgo de que se vuelva a producir una agresión es bajo, se facilitará a la víctima el contacto 24 horas con las Fuerzas de Seguridad y se tendrán contactos telefónicos esporádicos con ella. Asimismo, de derivará a la víctima hacia los servicios sociales y asistencias que correspondan a su domicilio.
Entre los consejos concretos se encuentra la instalación de la aplicación para móviles del Ministerio del Interior, AlertCops, que es el servicio de alertas de seguridad ciudadana, y se "fomentará" la realización de cursos de defensa personal.
Nivel de riesgo "medio"
Una vez decretado este nivel, los agentes vigilarán el domicilio y el lugar de trabajo de la víctima, así como la salida de los centros escolares de los hijos. Se entrevistará a la víctima de manera personal y se le informará de las recomendaciones para este nivel.
Dichas recomendaciones pasan por portar la fotocopia de las disposiciones judiciales de protección y mejorar las medidas de seguridad en el domicilio si el agresor lo ha abandonado (cambiar las cerraduras o reforzarlas, instalar videoporteros, luces adicionales...). También se aconseja identificar a los vecinos de confianza que pueden ser contactados "en caso de emergencia": informarles de la situación y pedirles que llamen a la Policía si "oyen gritos o sonidos de un ataque violento", incluso acordar con ellos señales para avisar.
En cuanto al teléfono móvil, convendría tomar medidas como cambiar el número de teléfono, instalar una aplicación de grabación de llamadas, bloquear los números del agresor y tener siempre activa la geolocalización.
Asimismo, se sugerirá a la víctima la posibilidad de informar al responsable de su centro de trabajo de la situación y enseñar una foto reciente.
Nivel de riesgo "alto"
Además de tomar las medidas del punto anterior, se instará a la víctima de violencia de género a "dejar el domicilio". En el caso de que se produzca el cambio, no se facilitará la dirección a personas "en las que no se confíe".
En cuanto a la seguridad en el trabajo, se recomendará no utilizar las mismas rutas de ida y vuelta, procurar viajar compartiendo el trayecto y, si fuera posible, solicitar un cambio de centro de trabajo o de horario.
La víctima podrá planificar y practicar una "rutina de escape de emergencia". Salir del domicilio rápidamente, confinarse en un lugar seguro con un teléfono móvil, hacer uso de las ventanas para pedir auxilio o incluso escapar, mantenerse alejada de las habitaciones donde pueda haber objetos peligrosos y lugares pequeños "donde el agresor la pueda atrapar". También se aconseja tener preparada una "bolsa de emergencia" por si es necesario marcharse con rapidez. Se mantendrá el contacto diario con la Policía.
Nivel de riesgo "extremo"
En este nivel de riesgo se observarán "todas las medidas expuestas anteriormente" además del establecimiento de "protección permanente" en el entorno de la víctima.
El plan mantiene además unas medidas de autoprotección personalizadas para los menores. Se les enseñará a salir de la habitación cuando se produzca un "acto violento" y a ponerse en contacto con la Policía, tanto con el teléfono fijo como con el móvil (haciéndoles entender que no debe verles el agresor).
Se dispondrá de una "habitación segura" en la casa, preferiblemente con cerradura y teléfono, y se les aconsejará acudir allí en cuanto se produzca la situación violenta. Los menores conocerán también un sitio seguro fuera de la casa, donde pueda encontrarles la mujer después del episodio violento, y planificarán una alternativa para cuando no puedan utilizar el teléfono, como recurrir a los vecinos.