Mariano Rajoy reunió a los miembros de su Comité Ejecutivo este miércoles con un único punto en el orden del día: pedirles su apoyo para negociar una investidura con Ciudadanos. Tras la intervención del presidente del Gobierno en funciones, que hizo un análisis detallado sobre cómo han evolucionado los hechos desde el 20D, todos los barones autonómicos tomaron la palabra para arropar públicamente a su líder, aunque éste ni siquiera se molestara en pedirles opinión sobre las exigencias de C´s a cambio del voto afirmativo a la investidura.
Nadie se salió del guion excepto el presidente de Castilla y León, que aprovechó su breve intervención para abrir la caja de los truenos y poner encima de la mesa los pasos que, a su juicio, se deberán seguir en el congreso nacional que la cúpula del PP tiene bloqueado hasta que no se forme gobierno.
Juan Vicente Herrera comenzó su intervención poniendo como ejemplo para España la comunidad que él lidera, donde el PP alcanzó un acuerdo de investidura y de gobernabilidad con C´s. El popular recordó ante sus compañeros que muchas de las cuestiones que defiende el partido de Albert Rivera ya están incorporadas en los programas del Partido Popular, y les instó a sacarles partido.
En ese momento, el popular recordó que el PP abordará “en pocos meses otra etapa de su vida” cuando celebre el congreso donde se elegirá la nueva cúpula directiva. Herrera pidió que sea “el revulsivo” que en su opinión necesita el partido para salir adelante. Entre otras propuestas, el barón conservador incluiría en ese cónclave medidas como la limitación de mandatos en el liderazgo del partido y evitar así que un presidente pueda aferrarse a su mandato durante demasiados años.
"Mirarse al espejo"
No es la primera vez que Juan Vicente Herrera dice a Mariano Rajoy lo que piensa, aunque no sea el momento más oportuno. En la planta noble de Génova todavía resuenan con fuerza las palabras que el barón conservador pronunció dos días después del 24M, cuando el PP cosechó unos resultados electorales bastante pésimos. El líder regional no acudió a la cita que Rajoy mantuvo con los suyos en Génova el día después de las elecciones. Sin embargo, en una intervención radiofónica recomendó al jefe del Ejecutivo nacional “mirarse al espejo” y responderse a sí mismo si debería volver a presentarse como candidato en las próximas elecciones generales.
Tras cuestionar el liderazgo de Rajoy, Herrera mete ahora el dedo en la llaga en uno de los temas que ha provocado más distanciamiento entre la cúpula y sus bases. La red Floridablanca que dirige Isabel Benjumea recogió firmas entre militantes para exigir a la cúpula la celebración de un congreso extraordinario para elegir al nuevo presidente del partido y conseguir dar un golpe de efecto en el panorama político nacional.
Un liderazgo cuestionado
De nada sirvió el esfuerzo del think tank, que hace unas semanas sufrió el robo en sus oficinas de todo lo que hacía referencia a la red Floridablanca y a sus reuniones privadas con miembros del partido conservador. La cúpula del Partido Popular ha prorrogado el congreso sin fecha hasta que haya gobierno. Si Mariano Rajoy consigue retener la Moncloa, nadie cuestionará su liderazgo dentro del partido. Si, por el contrario, el líder del PP no consigue repetir mandato como jefe del gobierno, no tendría sentido que quisiera seguir manteniéndose en la presidencia del partido.