A Percival Manglano (Londres, 1972) le gustan las corbatas rojas y los trajes marinos. Se sienta en la primera fila del salón del Palacio de Cibeles durante los plenos del Ayuntamiento de Madrid. Ocupa uno de los últimos lugares de la bancada del PP, justo antes de que empiece la del PSOE. Aguerrido en sus discursos, ha sido el nueve de Esperanza Aguirre en el caso Maestre y en lo referente al patrimonio de Carmena. "Ya está con lo de siempre", suelen lamentar los concejales de Ahora Madrid en los pasillos. Polémico y anglófilo, ha vuelto a generar revuelo, esta vez en Twitter.
Manglano es uno de esos tuiteros del génesis. Escribía en 140 caracteres cuando aquello era sólo un patio de vecinos. Este domingo, ya en la marabunta en la que se ha convertido el patio del pájaro azul, escribió: “Ruth Beitia, diputada del PP. Saúl Craviotto, policía nacional. Orlando Ortega abandonó Cuba. Estos JJOO son un suplicio para la izquierda”.
Justo después, una avalancha de reacciones. Una estampida que lo hizo trending topic. A los pocos minutos, un usuario pintaba la cara de Manglano en el cuerpo de Homer Simpson, sentado en la central nuclear de Springfield. En la puerta, musitan: “Atentos, debe de estar a punto de tuitear alguna otra estupidez”. También se enzarzó con Izquierda Unida, que le recriminó haber mezclado política y deporte para después añadir con sorna: “Nos has decepcionado, esperábamos algo de Venezuela”.
Pero, ¿qué hay detrás del tuit de Manglano? “Cualquiera que conozca mi cuenta de Twitter, sabe que comento la actualidad con humor, un elemento que escasea en la política española. En otros países como Inglaterra o Estados Unidos se emplea mucho. Acuérdate de Ronald Reagan”, empieza.
Entonces, ¿qué buscó con aquel mensaje? “Di la vuelta a los prejuicios de la izquierda. Beitia, diputada del PP. Craviotto, un policía nacional, que encarna una de sus premisas a la hora de criticar. Incluso existe un vídeo en el que se ve a Pablo Iglesias emocionándose por la agresión a un agente. Por último, Orlando Ortega, atleta cubano que compitió por España. Muchas veces critican que la gente huya de Cuba, como si no hubiera motivos para hacerlo”.
A partir de ahí, las reacciones. “En Twitter existen una serie de influencers que marcan la pauta. Si alguno de esos escoge un mensaje y lo sacude, el resto hace lo mismo en manada. Es lo que ocurrió ayer”, explica.
"Nunca bloqueo a nadie en Twitter"
Pero, ¿usted cree realmente que los Juegos han sido un suplicio para la izquierda? “Evidentemente, hay muchísima gente de izquierdas que no lo piensa. Como digo, no debe tomarse el mensaje al pie de la letra. Repito: su sentido es criticar la lucha de clases, motor principal, por ejemplo, del Ayuntamiento de Carmena”.
Una de las críticas que mayor consenso suscitó fue la de quienes le afearon haber “politizado los Juegos Olímpicos”: “Puede dar esa impresión… ¡Pero es justamente lo contrario! Una de las cosas que hace la izquierda es politizar todo. Con ese mensaje, hago lo contrario, criticar esa politización con un punto de humor”.
Manglano presume de no bloquear a nadie en Twitter, a pesar de los insultos, las amenazas o las provocaciones: “Llevo más de cinco años en esto y nunca lo he hecho. Mucha gente se divierte sacudiéndome, pero no olvidemos la capa del anonimato. Basta con echar un vistazo. Una gran proporción de los que me critican no lleva foto ni nombre. Me entra por una oreja y me sale por la otra”.
"Una forma de llegar a la gente es el humor"
El concejal del PP reconoce utilizar su cuenta como escaparate para la provocación: “Las redes sociales tienen su importancia. Los mensajes son muy cortos y las matizaciones, difíciles. Una forma de llegar a la gente es el humor”.
¿Realmente cree que la lucha de clases guía las políticas de Carmena? “Hay una frase muy contundente que lo prueba. El concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, llegó a decir que no había venido a gestionar el sistema, sino a derribarlo. No es algo que diga yo, sino que ellos presumen de eso. En vez de limpiar las calles se dedican a cambiarles el nombre, esa es otra manera de testarlo”, termina.