El PSOE presentará en los próximos días una reforma legal para reducir a la mitad las campañas electorales pasando de dos semanas a una. Conseguiría así que unas terceras elecciones, si como parece seguro falla la investidura de Mariano Rajoy la próxima semana, pudieran celebrarse el domingo 18 de diciembre en vez del día de Navidad.
Asume así el partido dirigido por Pedro Sánchez las tesis de este periódico que ya el pasado sábado promovía esta posibilidad tras consultar con expertos legales.
Este mismo jueves, Iñigo Errejón ha anunciado en el Congreso que Podemos se uniría a la propuesta socialista. El número dos de Iglesias ha asegurado en un nuevo mensaje a Pedro Sánchez que "si no quiere que haya que votar el 25-D, la forma más efectiva es intentar un Gobierno alternativo si Rajoy fracasa".
Aunque la opción ideal de Podemos para evitar elecciones en Navidad es la de intentar constituir un Gobierno alternativo de izquierdas, Errejón ha mostrado la disposición de su grupo parlamentario de apoyar la reforma de la Ley Electoral que plantean los socialistas.
El portavoz de Unidos Podemos ha aprovechado para acusar al PP de utilizar los tiempos institucionales como una "amenaza velada" al resto de formaciones políticas para evitar unas terceras elecciones el día de Navidad, el 25 de diciembre.
Cifuentes no quiere reformas "a la carta"
Por su parte, Cristina Cifuentes ha apuntado sobre la propuesta que no está a favor de las reformas electorales "a la carta". "El PSOE tiene que dejar de pensar en sus intereses particulares", ha añadido la presidenta de la Comunidad de Madrid, que se ha declarado partidaria de acortar para siempre las campañas electorales para que "haya una limitación de gastos".
Como ya explicó a EL ESPAÑOL el catedrático y letrado de Cortes Enrique Arnaldo, la única opción para evitar que los españoles acudan a las urnas el 25 de diciembre pasa por reformar la ley electoral. Para ello, y según este experto, se debería tramitar en los próximos días “una reforma legal que redujera a la mitad la duración de la campaña”.
EL ESPAÑOL asumió esta tesis en la sección El Rugido del León que refleja la posición editorial del periódico.
Se trataría de que las Cortes tramitaran por el procedimiento de urgencia una modificación del artículo 51 de la Ley de Régimen Electoral General (LOREG) para fijar en siete días la duración de la campaña. "El Gobierno cumpliría el trámite diciendo que no puede expresar su opinión al estar en funciones", según Arnaldo. Y, pasados 30 días sin que el Ejecutivo muestre rechazo a la tramitación, la proposición de ley se llevaría al Pleno para su toma en consideración.
Eso sí, al tratarse de una proposición de ley orgánica, la aprobación de esta reforma requerirá el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso. Es ahí donde el PP deberá retratarse, ya que si vota en contra de la iniciativa socialista quedará claro que la sombra de unas terceras elecciones el 25 de diciembre fue una estrategia más que calculada para redoblar la presión hacia los socialistas y señalar a Pedro Sánchez como el único culpable en caso de repetir elecciones.
EL ESPAÑOL ya publicó este lunes que los socialistas estudiaban presentar una iniciativa parlamentaria para reformar la LOREG y que el Grupo Parlamentario Socialista examinaría la posibilidad técnica y el calendario para tramitarla a tiempo de neutralizar el dilema planteado por Rajoy: o investidura o elecciones en Navidad.
El País publica este jueves que los socialistas presentarán esta iniciativa en los primeros días de septiembre tras la más que probable investidura fallida de Mariano Rajoy.
Por su parte, Óscar López, portavoz del PSOE en el Senado, ha explicado que el grupo socialista "estudia fórmulas" para acortarla campaña electoral en el supuesto de unas terceras elecciones. Pretenden así evitar la "salvajada" y el "chantaje" que en su partido consideran que sería el hecho de unas elecciones en Navidad.
La decisión de Rajoy de convocar elecciones el 25 de diciembre ha sido calificada como "naif" por parte de López, que la ha tachado como "chantaje" al apreciar en ello "una medida de presión".