Los resultados del 20D, confirmados por el 26J, supusieron la ruptura del bipartidismo y obligaban a los partidos con representación en el Congreso de los Diputados a dialogar y buscar acuerdos de envergadura, tanto para facilitar la gobernabilidad de España como para impulsar las reformas modernizadoras y regeneradoras pendientes. En todo este tiempo, nada de esto se ha hecho y ni uno solo de los problemas que sufrían los españoles hace un año se ha resuelto. Casi un año después, España tiene un gobierno en funciones, al poco del sin gobierno y con riesgo de desgobierno.
El PP fue el partido que más votos y escaños logró tanto el 20D como el 26J, pero estos resultados no le eximen de la obligación de al menos dialogar y negociar con el resto de partidos políticos, con el objetivo de sumar apoyos y conformar un nuevo gobierno. El PP no lo ha hecho y es por ello responsable.
La corrupción del PP, sus recortes sociales y su rodillo parlamentario durante la legislatura, en la que abusó de su mayoría absoluta, no han ayudado ni ayudan al diálogo con el resto de partidos, algunos de los cuales se han negado incluso a sentarse con la formación conservadora. Con su actitud actual, bien parece que lo que el PP pretende es que vayamos a unas terceras elecciones: éste es el típico comportamiento de un partido que desprecia a los ciudadanos.
"La negativa del PSOE a dialogar con el PP es un error histórico"
La negativa del PSOE a dialogar siquiera con el PP sólo puede calificarse como monumental error histórico, porque la política consiste en negociar y acordar con quien tiene ideas diferentes, más ahora en la situación en la que se encuentra España y habida cuenta del reparto de votos y escaños.
Lamentablemente, el PSOE actual prioriza el efectismo a las políticas sustantivas y parece haber abandonado su histórica vocación por vertebrar el Estado y comportarse de manera responsable. Sin querer señalar que su comportamiento haya sido mimético ni que tengan la misma responsabilidad, ni Ciudadanos ni Podemos han actuado con altura de miras: han priorizado la publicidad, la propaganda y el postureo antes que el diálogo honesto y sincero y, cuando han podido, han relegado las auténticas reformas que España necesita.
Ciudadanos y Podemos han priorizado el postureo al diálogo honesto
Además, su veto mutuo es profundamente irresponsable, más cuando han venido a presentarse como los partidos nuevos que actuarían de un modo diferente a como nos tenían acostumbrado los partidos viejos. Podemos es ya parte de la “casta política” que tanto criticaron en sus inicios: sus formas, sus actitudes y sus decisiones han perjudicado gravemente a la gente durante todos estos meses.
Ciudadanos ni se cree lo que dice ni hace lo que promete. Y siempre parece estar más dispuesto a seguir siendo muletilla de los dos grandes que a regenerar de verdad y a fondo España. Todos ellos han antepuesto sus intereses partidarios a los intereses de los ciudadanos, han prometido cosas que después no cumplieron, han defendido una cosa y la contraria, han jugado al postureo, la publicidad y la propaganda… y no han cumplido la función para la que fueron elegidos. Y se han comportado de manera infantil y profundamente sectaria, uno de los grandes males que afecta hoy día a la política española. Durante todo este año, los principales partidos y sus líderes han humillado a los españoles.
El PP tiene que asumir que se ha terminado el tiempo de las mayorías absolutas
Ante esta situación gravísima de bloqueo político, pedimos a todos ellos, por enésima vez, que dialoguen de manera honesta y traten de llegar a un acuerdo que posibilite la formación de un gobierno decente y la aprobación de las medidas reformadoras y modernizadoras que España necesita. Pedimos al PP que asuma que finalizó el tiempo de las mayorías absolutas. Al PSOE que dialogue también con el PP, a quien debe plantear medidas políticas concretas y las reivindicaciones que considere necesarias. A Podemos que busque acuerdos factibles y razonables, se centre en resolver los problemas de la gente y olvide sus luchas electorales con el PSOE. A Ciudadanos que defienda las reformas que España necesita, no simples parches o reformas estéticas que no resuelven nada. A Podemos y Ciudadanos que aparquen su veto mutuo.
Entre los acuerdos que consideramos imprescindibles, recordamos el golpe de Estado impulsado en Cataluña por los independentistas. Semejante envite no ha sido enfrentado por los partidos supuestamente constitucionalistas; han preferido mirar para otro lado, olvidando que es el principal problema que debemos hacer frente. Es lamentable que ni en el acuerdo firmado durante la pasada legislatura entre el PSOE y Ciudadanos ni en el acuerdo entre el PP y Ciudadanos firmado en ésta se recoja ninguna medida legal o política de alcance para hacer frente a los secesionistas.
Podemos es caso aparte: al defender el derecho a decidir de los nacionalistas, está defendiendo que se nos prive a los restantes ciudadanos del Estado a decidir sobre aquellas cuestiones que nos afectan y abonando de ese modo la destrucción del Estado. Pedimos a todos los demócratas que defiendan el Estado de Derecho ante el golpe dado por los secesionistas en Cataluña y su ataque frontal a la democracia. Este deberá ser un asunto que necesariamente deberá estar incluido en cualquier acuerdo o pacto de gobierno o de investidura.
Por tanto, pedimos diálogo honesto y voluntad de acuerdo en beneficio de España y de los españoles. En caso de que finalmente se convoquen unas terceras elecciones, pedimos a los diputados y senadores que devuelvan su sueldo y a los partidos que devuelvan las subvenciones públicas cobradas. Y a los cuatro candidatos principales que no vuelvan a presentarse. Y que los principales partidos se hagan responsables de todos los gastos electorales.
***Gorka Maneiro, portavoz nacional de UPYD y diputado en el Parlamento Vasco