Desacatando el mandato judicial, el Ayuntamiento de Badalona ha abierto esta mañana sus puertas durante el Día de la Hispanidad. Eran las 8:30 de la mañana cuando el teniente alcalde José Téllez comparecía ante los medios y rompía el auto judicial como gesto simbólico. Mientras, dentro del edificio, siete concejales atendían a los ciudadanos que habían decidido acudir a recibir información. Nada de trámites que requiriesen sello.
"Sé que puedo sufrir represalias por lo de romper el papel, pero ha sido un gesto espontáneo", declaró el concejal de Guanyem, que valora la decisión de abrir el Ayuntamiento como "un gesto de responsabilidad política, porque dentro sólo hay cargos electos".
Trabajadores municipales no había ni uno. "Ellos querían venir, pero no hemos podido garantizar su seguridad. Ayer había 47 personas dispuestas a acudir a su puesto de trabajo. Pero recibieron amenazas durante todo el día", cuenta Téllez. "Llamaban por teléfono y les advertían de que iban a tener problemas si iban a trabajar. Que les iban a agredir".
Finalmente, de los 47 trabajadores que manifestaron su voluntad de ir hoy a trabajar, sólo 10 se han personado esta mañana en el Consistorio. "Les hemos dado una copia del auto para que vean los riesgos que corren y les hemos mandado a casa".
El 'desobediente' Ayuntamiento se ha visto obligado a cerrar sus puertas antes de hora por la tensión en la calle entre independentistas y vecinos partidarios de la Fiesta Nacional.
"Cerramos tras atender a unos 200 ciudadanos y recoger instancias que, lógicamente, no podremos procesar hoy, pero a las que daremos salida mañana", ha explicado el alcalde en funciones, Oriol Lladó (ERC).
La mayor parte de los vecinos que se han acercado al Ayuntamiento han reconocido a este medio que se trata de un gesto simbólico, aunque varios eran comerciantes que decían que iban a consultar unos trámites administrativos por unos permisos de obras.
El concejal Tellez ha hablado de golpe de "estado político-judicial". Así se ha referido a lo que considera "un entramado entre jueces y Partido Popular que ha funcionado perfectamente para favorecer a unos intereses determinados". Los populares, ha dicho, no han entendido "que ya no mandan aquí": "Albiol es muy irresponsable, lo que no ha conseguido democráticamente lo ha conseguido por los jueces". "Ahora no confiamos en absoluto en la justicia, pero mañana iremos delante del juez a defender nuestros derechos", ha sentenciado Téllez.
El Juzgado contencioso-administrativo número 14 de Barcelona dictó ayer una medida cautelar contra el consistorio después de que la Delegación del Gobierno en Cataluña interpusiera un recurso contra la voluntad del Ayuntamiento de permitir a sus trabajadores canjear el festivo del 12 de octubre por el 9 de diciembre.
El alcalde accidental, Oriol Lladó, aseguró en un primer momento que acatarían la decisión judicial pero que algunos ediles se personarían a las puertas del Ayuntamiento para atender a los ciudadanos que se acercaran, pero finalmente lo harán dentro de las dependencias municipales.
A pesar de abrir sin trabajadores y sin posibilidad de hacer trámites, el gesto del Ayuntamiento de Badalona generó toda la expectación. Medios, vecinos, políticos y curiosos se agolparon en la puerta del edificio. Algunos apoyando la medida y otros luciendo banderas de España para protestar por "lo que creemos que sa un gesto que promueve el odio. Nadie se porta así durante la Diada", protestaba Pedro, un ciclista que acudió a la puerta envuelto en la bandera rojigualda.
La decisión consistorial tuvo más apoyos que rechazo. No sólo entre los vecinos. El ejecutivo (sin la alcaldesa presente, que se encuentra en Bogotá) recibió el apoyo de políticos de las CUP, como David Fernández o Antonio Baños, que acudieron para mostrar su apoyo. Baños denunció que la medida judicial "no deja de ser una maniobra política".
También acudieron personajes relevantes del proceso soberanista, como Jordi Cuixart, de Omnium Cultural, que se refirió a la resolución judicial como "un comportamiento fascista que recuerda a otras épocas. Si hoy no hay nada que celebrar, los jueces deberían respetar esa decisión".