Eran las dos y seis minutos de la tarde en Brasil. Las siete y seis minutos en España. Patrick Nogueira Gouveia tiene el móvil encendido. Su señal, captada por los repetidores de la zona, es clara. Se encuentra en Pioz, Guadalajara, lejos de su piso de Alcalá de Henares. En ese momento, recibe un mensaje de su íntimo amigo Marvin Henriques Correia, que le escribe desde Joao Pessoa, Brasil. Patrick acaba de asesinar a su tía Janaína Santos Américo y a sus dos hijos, de uno y tres años.
-Tío, estoy esperando al cuarto miembro de la familia.
-Marvin: Querría imaginar la cena. Tú llegando para matar jajajaja.
-Patrick: llegué con las pizzas y hablé un poco.
Según cuenta el canal G1 en Brasil, Marvin pregunta y pregunta. Quiere saber quién murió primero. Patrick, entretanto, mantiene la alerta. Está esperando la llegada a la casa de su tío Marcos. Pero Marvin pregunta, deseoso de conocer detalles, cómo ha ocurrido todo.
-Marvin: ¿A quién le diste el primer navajazo? ¿A la mujer?
-Patrick: Maté primero a la mujer. Y después a la mayor, de tres años. Luego al enano de un año. Pensé que me daría asco, pero soy un enfermo
La llegada de Marcos a la casa
Esta es parte de la conversación que mantuvieron el joven Marvin, 18 años de edad, y ell descuartizador de Pioz justo después de asesinar en la cocina del chalet de Pioz (Guadalajara) a tres de los miembros de su familia con los que había convivido los meses anteriores. Durante dos horas y media, Patrick y Marvin se mandaron mensajes. Marvin no le creía. Entonces, el asesino le envió fotos y vídeos de lo que estaba ocurriendo en aquella casa. Le enseñó los cadáveres. Le enseñó la sangre en el suelo. Él mismo se hizo un selfie. Así, hasta que llegase su tío. Entretanto, Marvin le daba ánimos.
-Marvin: Concéntrate, no falles. Buena suerte.
-Patrick: Al menos lo hice todo con guantes, no dejo huellas.
En un momento dado, Patrick para de mandar mensajes. Va a la puerta de la casa. Le espera. Conversa con él. Ya dentro, cuando Marcos ve los cadáveres, le clava el cuchillo suizo que dos días antes compró junto con las bolsas y la cinta americana. Forcejean, pero no le sirve de nada. Patrick le acaba matando. Nueve minutos después, Patrick retoma la conversación. Acaba de matar a su tío. Le manda a Marvin varias fotos del crimen. Es la prueba de que ha asesinado a toda su familia. Al terminar, un último mensaje a su amigo.
-Patrick: Tío, acabé.
-Marvin: Jajajajaja Patrick el asesino.
Después, Patrick muestra sus dudas sobre qué hacer con los cuerpos.
-Patrick: Piensa, alguien va a notar la desaparición de los cuerpos. Empezarán a oler. Solo viene el dueño de la casa pero viene el día 10. Yo lo sé. Pero no tengo donde enterrarlos. Y es muy arriesgado llevarlos lejos.
La localización de los mensajes
Marvin aconsejó a Patrick de cómo deshacerse de los cuerpos, de cómo proceder al descuartizamiento. “Las conversaciones son chocantes. Incluso con detalles e imágenes muy fuertes”, aseguró estos días el delegado de la Policía Federal brasileña en Joao Pessoa, Gustavo Barros. Marvin, niño bien de la localidad al noreste del país, cuyo padre había optado a convertirse en diputado federal, no tuvo la cautela necesaria. Un amigo suyo husmeó en el teléfono y decidió alertar a las autoridades. Fue detenido este viernes.
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