Vanessa Ferrer escribió su último WhatsApp a las 22.47 la noche en la que Rubén Maño Simón la asesinó. La joven de apenas 16 años hablaba con una amiga suya a la que tenía pensado ver al día siguiente en el Instituto La Canal de Navarres como cada mañana. "A las 12 me iré a casa", le aseguró la joven de Chella (Valencia) en los mensajes del miércoles por la noche a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
En la conversación se aprecia que la víctima dice haber quedado con su primo y con otro chico de nombre distinto al del asesino confeso, de 21 años. Esa era, según la investigación, la trampa que le tejió Rubén Maño, al que conocía, pero con quien no tenía una estrecha amistad.
-"Y mañana qué?", le pregunta su amiga.
-"Insti. A las 12 me iré a casa", responde Vanessa Ferrer.
A continuación su amiga se ríe de la respuesta y le desea "buena vida" al tiempo que le dice: "Adiós neuronas de Vanessa". Esta amiga termina despidiéndose de Vanessa con un "volver pronto".
- "Yo controlooo. Inútil (risas)", fueron las últimas palabras que escribió Vanessa en la conversación.
El detenido confesó la muerte de la adolescente cuyo cadáver fue encontrado el viernes en una sima de esta localidad valenciana a varios metros de profundidad. El avance de la autopsia practicada a la adolescente no recoge indicios que agresión sexual. El documento, remitido al Juzgado de Instrucción número 4 de Xátiva, que investiga el fallecimiento de la menor, indica muerte con violencia por asfixia, sin que haya indicios de violación.
La juez ha ordenado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el joven detenido. Se le imputa un delito de asesinato, ha estado declarando ante la jueza, la fiscal y su abogada más de dos horas. Con anterioridad ha sido sometido a una exploración por parte del médico forense. Una petición en la plataforma change.org dirigida al Congreso y que ha recibido el apoyo de más de 7.400 firmas, pide "Justicia para Vanessa" y que "no toquen la prisión permanente revisable".