Los investigadores al frente del caso Diana Quer cruzan los datos obtenidos a lo largo de la investigación para tratar de esclarecer dónde y con quién se marchó la joven madrileña la madrugada del 22 de agosto. La relación entre los teléfonos móviles que tuvieron una actividad en las inmediaciones de Taragoña y los testimonios de los pocos testigos que han aportado información significativa constituye una de las dos bazas que manejan los agentes para avanzar en las pesquisas.
El trabajo de campo se sostiene, 87 días después de la desaparición, en el cruce de los datos obtenidos. Por un lado, los investigadores de la Guardia Civil y la Policía Judicial cuentan con una relación de todos los usuarios de teléfonos móviles que llamaron desde los principales focos de la investigación en las horas más susceptibles. O lo que es lo mismo, de las llamadas que captaron las antenas de A Pobra do Caramiñal, Rianxo, Boiro y Taragoña.
La señal arrojada por el terminal de Diana Quer -el iPhone 6 recuperado en el fondo de la ría de Arousa- refleja el recorrido que la joven realizó la noche de su desaparición. De acuerdo al testimonio de dos testigos que estaban en el puerto de Taragoña, Diana llegó a este lugar pasadas las tres de la madrugada en un coche en el que viajaban otras personas y se subió a otro vehículo en el que un hombre de "mala pinta" esperaba desde hacía ya un rato.
Un listado de llamadas
Por el momento, lo que se sabe de este último individuo es que podría tener antecedentes por tráfico de drogas y que no formaba parte del círculo habitual de amigos de Diana Quer en A Pobra do Caramiñal, donde veraneaba con su madre, Diana López-Pinel, y su hermana Valeria.
Ahora la Guardia Civil cuenta con esa relación de teléfonos móviles que actuaron en las inmediaciones que también visitó Diana Quer -o, al menos, su terminal-. Los investigadores cruzan todos esos datos para hallar combinaciones positivas. El siguiente paso es telefonear a todos aquellos que coincidan con el recorrido del smartphone de la joven desaparecida y preguntar por las circunstancias en las que realizaron sus llamadas.
Además, varios agentes recorren a pie algunos de los escenarios relacionados con el caso para corroborar algunas de las referencias de las pesquisas, que en buena medida se sustentan en la hipótesis del rapto.
La otra baza
Además del trabajo sobre el terreno, la investigación se desarrolla en dependencias del equipo tecnológico de los investigadores. Por el momento se ha conseguido extraer algunas de las piezas del teléfono de Diana Quer, limpiarlas del agua y la sal, e instalarlas en un terminal con características idénticas, un iPhone 6: la Guardia Civil trabaja para resucitar el smartphone.
Apenas trascienden datos sobre los posibles avances en esta vía de investigación, que puede ser crucial para determinar con quién se escribió la joven madrileña poco antes de desaparecer. La familia de Diana Quer, no obstante, se aferra a esta posibilidad para tratar de resolver el misterio, tal y como aseguró el abogado de Diana López-Pinel, Pedro Víctor de Bernardo.
Todos estos mensajes servirían para cruzarlos con los datos obtenidos por otras vías de la investigación y así responder a las incógnitas que impiden el avance de la investigación: con quién se vio Diana Quer y dónde se fue después de estar en Taragoña. Y, sobre todo, si lo hizo por su propia voluntad o fue retenida por alguno de los individuos que focalizan las sospechas.