"¡Vamos a tener que publicar el patrimonio de la familia Lara y el de Mauricio Casals a ver si así os tranquilizáis!" Con estas palabras se despidió Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Prisa, de Carlos Alsina y sus colaboradores en Onda Cero tras una tensa entrevista en la que el ejecutivo se negó a ofrecer detalles sobre su patrimonio personal.
Cebrián ha sido relacionado con los Papeles de Panamá y con la empresa Star Petroleum, titular de varias cuentas off shore, por La Sexta, cadena de televisión que pertenece al grupo Atremedia -también propietario de Onda Cero-, y por El Confidencial. Contra este último, Prisa ha presentado una demanda argumentando que las revelaciones sobre su consejero delegado suponen "competencia desleal".
El fundador de El País profirió la amenaza contra la familia Lara, principal accionista español de Atresmedia, y contra Mauricio Casals, presidente del diario La Razón y responsable de la orientación editorial del grupo, tras taimarse ante las preguntas de Alsina sobre su patrimonio personal. "No he venido aquí a hablar de esto, ni siquiera he pedido la entrevista", dijo Cebrián, quien propuso que se le preguntara por "el número de veces que me he masturbado" para intentar demostrar que su patrimonio era una cuestión de su intimidad.
La entrevista no fue solicitada por Cebrián, pero sí por la editorial que está promocionando su último libro, Primera página. La vida de un periodista (Ed. Debate, 2016).
El rifirrafe con Alsina se produjo tras quejarse Cebrián de que su implicación en los 'Papeles de Panamá' es falsa. "Jamás he tenido actividades de ese tipo", dijo. "'La Sexta' y 'El Confidencial' se niegan a reconocer que se han equivocado o mentido", prosiguió calificando el episodio de "miserable y estúpido". Cebrián dijo que ambos medios ni siquiera lo habían contactado para recoger su versión. La Sexta y El Confidencial afirman que llamaron a la dirección de Prisa.
"La dirección de comunicación de Prisa no tiene que dar explicaciones sobre mi patrimonio", dijo Cebrián.
Sin embargo, como el mismo explicó, la empresa ha considerado que estas imputaciones sobre su riqueza personal constituyen "competencia desleal" y sobre esta base ha presentado una demanda contra El Confidencial.