La Guardia Civil ha detenido en Segovia a Daniel Fernández Aceña, un ex miembro de los GAL que fue condenado a 29 años de prisión por el asesinato del ferroviario francés Jean Pierre Leiba en Hendaya en 1984, por su reciente autoadoctrinamiento en el yihadismo que lo había llevado a "la determinación de cometer un atentado terrorista". Asimismo, los agentes han detenido a un segundo hombre en la localidad segoviana de Valsaín para interrogarle sobre Fernández Aceña.
Según ha informado el Ministerio del Interior, Fernández es considerado como muy peligroso "y no se descarta que pueda tener acceso a armas de fuego, por lo que se ha activado a la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil para la práctica de la detención del mismo".
Daniel Fernández Aceña entró en prisión cuando tenía 26 años, por este asesinato. La Audiencia Nacional le condenó, junto a Mariano Moraleda Muñoz, como miembro del comando Jaizubia de los GAL por asesinato con premeditación y alevosía, pertenencia a banda armada y tenencia ilícita de armas.
Más de 30 años después, la Guardia Civil ha determinado que se había autoadoctrinado "en el extremismo religioso de carácter yihadista, que realizaba labores de difusión de propaganda de DAESH y tenía la determinación de cometer un atentado terrorista". Había viajado, además, a zonas de conflicto en Afganistán, Siria y Palestina, donde dejó claro que estaba dispuesto a cometer atentados suicidas si tuviera ocasión.
La investigación de la Guardia Civil es la que ha permitido detectar la presencia de este individuo radicalizado, muy activo en redes sociales que actuaba en favor de organizaciones yihadistas. Desde el verano de este año había acelerado su proceso de radicalización, manifestando su apoyo a las acciones terroristas cometidas en Europa a lo largo de los últimos meses.
Según Interior, su alto nivel de radicalización le llevó, presuntamente, a intentar conseguir los medios para cometer un atentado terrorista, "estando dispuesto a realizar acciones suicidas de carácter indiscriminado contra medios de transporte".
Un mercenario de los GAL
El 1 de marzo de 1984, se produjo el asesinato por un disparo al corazón del trabajador ferroviario Jean Pierre Leiba en Hendaya (Francia), sin ninguna relación con ETA. Los arrestados fueron Daniel Fernández, Juan Luis García, Vicente Manuel Sánchez y Mariano Moraleda Muñoz, este último con numerosos antecedentes penales por robo y atraco a mano armada en la provincia de Guipúzcoa.
Según los detenidos, en realidad, la operación iba dirigida contra dos refugiados vascos que estaban en Hendaya y que caminaban por delante del ferroviario fallecido. En su momento se aseguró que los dos objetivos del atentado parecían estar en "sobreaviso" sobre las intenciones de los cuatro arrestados.
Fernández también fue imputado por el asesinato el 24 de julio de 1984 de Juan Carlos García Goena en Hendaya. Este objetor de conciencia que no tenía ninguna relación con ETA subió a su coche y al encenderlo, explotó. Sin embargo, el juicio concluyó 31 años después sin ningún acusado.
Eso sí, durante el proceso, en el año 2000, el mercenario implicó al empresario de Irún Víctor Manuel Navascués en la organización y aseguró que lo había reclutado para trabajar para los GAL. También explicó que le pidieron que proporcionase informaciones sobre los refugiados vascos aprovechando su trabajo en una cooperativa del sur de Francia.
El ahora detenido por yihadismo aclaró que sus informaciones fueron trasladadas al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo pero no sabe qué se hicieron con esos datos.
Pero sobre todo, fue importante sus declaraciones ante el juez Garzón en las implicó al subcomisario de policía José Amedo y a sus superiores en acciones terroristas de la banda, incluyendo el asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard. Sin embargo, Fernández Aceña pedía entonces una reinserción para ampliar sus declaraciones sobre el caso.