El PP cerró este lunes las 1.200 urnas repartidas por las agrupaciones locales de toda España para elegir a los 3.128 compromisarios que acudirán en nombre de todos los militantes al congreso nacional de febrero. Solo en 208 se votó. En una de ellas, en la sede de La Coruña, los nueve compromisarios no se eligieron en una votación secreta, como establecen los estatutos del partido.
José María Barreiro, presidente en funciones del PP en la ciudad, optó por atribuir cinco plazas a dedo entre cargos y excargos, y sortear las cuatro restantes. Dos de los agraciados por esta rocambolesca lotería son, casualmente, la hermana y el sobrino de una directora de la Xunta.
La dirección local del partido decidió organizar este inusual sistema de elección cuando 36 militantes se inscribieron para ocupar alguno de los nueve puestos de compromisario que le correpondía elegir. Fue el propio Barreiro quien contactó telefónicamente durante todo el fin de semana con la mayoría de los aspirantes para proponerles que se retirasen. A cambio les prometía una invitación al congreso nacional.
Uno de los perjudicados por la decisión de retirar las urnas es Miguel Ángel Robleda, ex secretario general de Nuevas Generaciones de La Coruña, que describe a EL ESPAÑOL en qué términos se dirigió a él el presidente en funciones del PP local: "Lo mejor es entrar en el sorteo y gestionar el mayor número de renuncias para que haya más posibilidades -me dijo-. Y si no salieses, lo intentamos con alguna vacante que se produzca".
Robleda respondió que algo así no le "parecía oportuno", pero que si él era "el único que se oponía", entonces "no opondría obstáculo". El procedimiento, según admite este afiliado, "es contrario a lo que dicta el reglamento".
Los agraciados
Barreiro, que es licenciado en Derecho y director general de Función Pública en la Consejería de Hacienda de la Xunta, volvió a contactar con Robleda el domingo para informarle de que sortearían cuatro de las nueve plazas. "Las otras cinco ya las habían asignado a los afiliados que ellos consideraban relevantes", explica este militante.
Los cinco compromisarios puestos a dedo por la dirección local son Juan de Dios Ruano, exdiputado nacional; Gonzalo Trénor, diputado autonómico; Belén do Campo, directora general de Ganadería; y dos militantes octogenarias, Cuqui Molina y María Luisa Fontenla. Así lo confirmó el propio presidente del PP local a este diario.
Entre los cuatro puestos que se sortearon, dos de los elegidos fueron Begoña do Campo, hermana de la directora general de Ganadería; y Gonzalo Mora de Campo, sobrino de ambas.
La noche del martes, Barreiro señaló a EL ESPAÑOL que este reparto "se había hecho otras veces" y que la de su ciudad no era la única sede en la que los compromisarios se repartían a sorteo, aunque no quiso desvelar en qué otras elegían a sus compromisarios con un sistema ajeno al oficialmente establecido.
"Su marido no salió"
"Se consideró que había unas personas que tenían que ir y, luego, entre los demás, se procedió al sorteo", esgrimió Barreiro para justificar por qué se vulneraron las normas. Al ser preguntado por la casualidad de que dos de los puestos sorteados recayeran en familiares de un alto cargo de la Xunta, repuso: "También estaba su marido y no salió".
Tras la conversación, un portavoz oficial del PP local contactó con EL ESPAÑOL para manifestar que el sorteo fue "una idea de Barreiro" que finalmente "fue rechazada por la Mesa". Sin embargo, no pudo desmentir el nombre de los nueve compromisarios elegidos. Lo cierto es que Miguel Ángel Robleda, el militante que se quedó sin plaza de compromisario, acudió este miércoles a la sede nacional del partido en Madrid para elevar una queja formal a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal.
En el escrito, en poder de este periódico, se describe meticulosamente la forma en la que se llevó a cabo el reparto de compromisarios y se pone de manifiesto la vulneración flagrante de los estatutos del partido. Robleda solicita por ello "que se proceda a revocar el nombramiento de los compromisarios de Coruña y disponga de las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los estatutos en la elección de los mismos". De momento, la única respuesta que ha recibido de la dirección nacional es el silencio.