Recién estrenado el año, Cristina Cifuentes afronta un reto de fuste: desenredar su grupo parlamentario. El Gobierno madrileño tiene previsto aprobar los presupuestos de 2017 entre este mes y el siguiente. Para ello necesita 65 escaños, una cifra que venía sumando con Ciudadanos hasta que una de sus diputadas denunció por acoso al portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio. Elena González-Moñux, de baja por depresión desde primeros de octubre, ha dejado a la presidenta sin mayoría parlamentaria. Si Cifuentes no la convence para que vaya a votar, no habrá presupuestos.
En una sesión anterior, persuadida por el vicepresidente, Ángel Garrido, la parlamentaria acudió a la Cámara para facilitar la aprobación de algunos de los proyectos de su Gobierno mientras estaba de baja. En conversación con este periódico, el abogado de Moñux, José María Garzón, asegura que la situación se ha "recrudecido": "Desde que el tema ha pasado a los tribunales, está mucho peor. Si no mejora, te aseguro que no irá a votar. A día de hoy, no asistiría".
De momento, Cifuentes evita considerar a Moñux un problema, aunque su partido trabaja para aprobar el voto telemático en la Asamblea de Madrid, lo que permitiría a esta diputada dar su 'sí' a los presupuestos desde casa. No obstante, la presidenta de la Comunidad reitera que este movimiento nada tiene que ver con Moñux: "No condicionaré una votación a una persona que esté de baja, ni en este caso ni en otros".
"Insultos, gritos y humillaciones"
Elena González-Moñux, miembro del PP desde hace más de veinte años, denunció a Enrique Ossorio por acoso. Refiere "insultos", "gritos" y "humillaciones". Unas palabras que no cree su partido. La dirección del grupo, conocido el caso, emitió un comunicado de apoyo al portavoz.
Según el letrado, los médicos le aconsejan que no se acerque a su lugar de trabajo: "Claro, es que somatiza". Pero, ¿irá a votar si la dirección del PP se lo pide? "Dependerá de su situación psicológica. Sólo sería factible si mejora de forma notable".
A día de hoy, reitera el abogado de Moñux, Cristina Cifuentes no ha llamado a la parlamentaria: "La relación es cero. Está completamente aislada. Aunque, en cierto modo mejor porque el médico dice que no le conviene ese ambiente".
"Se solucionará"
El Gobierno regional insiste en que "la situación está controlada" y en que "no es un problema que agobie a Cifuentes". "Se solucionará y aprobaremos los presupuestos", sentencian.
Alejada de los medios, González-Moñux espera la decisión del juez, que ha admitido a trámite su denuncia, algo que no preocupa en el Ejecutivo, todo lo contrario. No tienen duda de que Ossorio es inocente.
La diputada del PP, también presidenta de su partido en el distrito de Fuencarral, solicitó su baja por depresión hace más de ochenta días. La justifica con un informe de su psicólogo, que concluye "abuso de superioridad". Acusa a Enrique Ossorio de insultarla, gritarla y humillarla. Ningún diputado ha refrendado sus palabras. Ella habla de una espiral del silencio, de un juego de lealtades que cohíbe a quien quiere mostrarle su apoyo. En el Gobierno, todo lo contrario. Enarbolan esa falta de apoyo como prueba de la "falsedad" de su testimonio.