No hay muchos motivos en casa de los Quer López-Pinel para celebrar la entrada a un año nuevo. Han pasado cuatro meses desde que se le perdiera el rastro a la joven Diana en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal y, aunque los esfuerzos por resolver el caso siguen vigentes, las pesquisas apenas han avanzado en las últimas semanas. La madre está convencida de que su hija puede estar viva en algún lugar desconocido, pero el desasosiego marca unas fechas navideñas en las que no hay lugar para las celebraciones.
Además de la desaparición de su hija mayor, Diana López-Pinel ha pasado varias semanas de incertidumbre por la resolución de un tribunal de Pozuelo de Alarcón por un supuesto delito de maltrato a menores sobre su otra hija, Valeria. La crisis que la menor sufrió en A Pobra poco después de la desaparición de su hermana era uno de los motivos que sustentaban la causa.
La madre ha hecho pública en numerosas ocasiones -ante los medios y en redes sociales- su anhelo por reencontrarse con la menor. Finalmente, la Justicia decidió archivar la causa en vísperas de Nochebuena, por lo que Diana López-Pinel y Valeria han podido compartir unos días en estas fechas festivas.
Según ha sabido EL ESPAÑOL, la noticia ha supuesto un respiro para Diana López-Pinel, que además de la desaparición de la joven Diana ha vivido recientemente la pérdida de su madre, tal y como lo hizo saber a través de Facebook. "Hasta siempre, mamita", escribió, junto a una foto en la que se le ve a ella misma acompañada de su madre y de su hija Diana.
Juan Carlos Quer
El matrimonio compuesto por Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel mostró una imagen de unidad en los primeros compases de la desaparición de su hija, pero a medida que avanzaron las pesquisas saltaron a la luz las desavenencias de la pareja. La Guardia Civil ha investigado esta relación en la medida en la que haya podido influir en el caso: la hipótesis de una desaparición voluntaria, aunque débil, todavía sigue encima del tapete, por lo que los problemas que pudieran existir en el hogar son determinantes en esta vía de investigación.
Pese a haber concedido algunas entrevistas en televisión y a dar siempre explicaciones en sus apariciones públicas, Juan Carlos Quer se ha alejado en las últimas semanas del foco mediático. El padre de la joven desaparecida ha contratado a una agencia de comunicación para gestionar cualquier trato con la prensa.
Hace unos días, Juan Carlos Quer rompió su silencio con un comunicado. En él, manifestaba su "certeza" de que "hay personas cuyo testimonio puede aportar datos esenciales para la investigación", a las que pidió que colaborasen con los agentes al cargo de la misma.
Las pesquisas
Estas personas a las que se refiere Juan Carlos Quer constituyen un grupo pequeño, de entre 3 y 6 individuos, según ha informado el diario Abc. Todas ellas forman parte del entorno de Barbanza, donde desapareció la joven en la madrugada del pasado 22 de agosto. Por el momento, esta vía de la investigación no ha aportado datos relevantes sobre el caso.
De forma paralela, el equipo tecnológico continúa cruzando los datos de las señales de los teléfonos móviles captadas por las antenas de repetición próximas en las horas en las que se produjo la desaparición. Se tiene la certeza de que Diana Quer se marchó de A Pobra do Caramiñal -ya fuese de forma voluntaria o coaccionada- y que viajó hasta Taragoña, a unos veinte minutos en coche. A partir de ahí, se le pierde la pista.
Por el momento se ha descartado que Diana enviase el correo electrónico que recibió la organización SOSDesaparecidos, en el que decía que estaba "bien". Diana López-Pinel sostiene que su hija se encuentra secuestrada y que pronto se reunirá con ella y con su otra hija, Valeria: "Ya queda poquito para estar las tres juntas", escribió recientemente en su muro de Facebook.