Mariano Rajoy quiere que este nuevo año se convierta en una fase de “oportunidades” tras el “bloqueo histórico” que supuso 2016, el año “de la incertidumbre” y de las “decisiones inesperadas, de los hechos sin precedentes y de los sobresaltos políticos”. En su tradicional rueda de prensa de final de año, el presidente del Gobierno tendió la mano a sus contrincantes políticos para que la presente legislatura “dure cuatro años y sea fructífera”. El presidente del Gobierno habló mucho de diálogo y sólo puso una línea roja en su discurso: el referéndum que la Generalitat de Cataluña planea para septiembre “no se va a celebrar” “porque no vamos a aceptar la liquidación de la soberanía nacional”. El líder del PP también adelantó que una reforma de la Constitución “no va a resolver el problema de Cataluña”.
En el nuevo curso que comienza el lunes, Rajoy se comprometió a profundizar más en la negociación con las comunidades autónomas. Aunque en un primer momento no citó directamente a Cataluña, pidió a todos voluntad recíproca y que se prime el interés general de todos los ciudadanos. Rajoy mantuvo que su posición con respecto al desafío soberanista es el mismo que ha mantenido siempre y la que mantendría cualquier presidente del Gobierno: “No se va a activar ningún referéndum”.
Con la mano constantemente tendida, Mariano Rajoy brindó una vez más diálogo a Cataluña y a su presidente, Carles Puigdemont, con el que ha mantenido alguna conversación telefónica recientemente aunque no quiso desvelar el contenido de la misma. Repitió por activa y por pasiva que pueden hablar de todo menos de “la unidad de España, de la soberanía nacional ni de la igualdad de todos los españoles”.
"Cuando uno plantea sí o sí es muy difícil hablar"
Tampoco quiso valorar la última decisión de Junts pel Sí y de la CUP, que han promovido otra ley de desconexión de Cataluña. “Será un proyecto de ley, porque esas cosas las aprueban los Parlamentos. No puedo decir ni una sola palabra sobre ese asunto. Eso no va a parte alguna”. Una vez más, Rajoy ofreció diálogo: “hablar y dialogar y pido que no se den más pasos en la dirección contraria a lo que marca el sentido común. Cuando uno plantea sí o sí es muy difícil hablar. A eso yo no le llamo diálogo”.
La cumbre para abrir el diálogo entre el Estado y las autonomías se celebrará en Madrid el 17 de enero en la Conferencia de Presidentes a la que ni Carles Puigdemont ni Íñigo Urkullu, el lehendakari vasco, están dispuestos a acudir. “No ir es abdicar de una responsabilidad. Yo nunca dejaré una silla vacía”, les advirtió Rajoy desde el salón de salón de tapices del Palacio de La Moncloa donde ofreció su última rueda de prensa del año acompañado de todos sus ministros excepto el de Economía, Luis de Guindos.
"Nuestro socio preferente es Ciudadanos"
Además de advertir a los independentistas catalanes de que el futuro de Cataluña lo decidirán todos los españoles, Rajoy quiso remarcar que su socio preferente actualmente es Ciudadanos. “Es nuestro socio preferente porque nos ha apoyado en la investidura y porque hemos firmado 150 medidas”.
El presidente del Gobierno también quiso agradecer al PSOE, el partido que se jugó su futuro absteniéndose ante su investidura, el apoyo recibido para aprobar el techo de gasto, la medida más importante aprobada hasta ahora en la presente legislatura. Antes de dar por concluido el año político y viajar con su familia a Galicia, donde pasará la Nochevieja, Mariano Rajoy asumió como “obligación propia” llegar a “entendimientos y acuerdos” e intentar conseguir que la legislatura sea lo más duradera posible. “Yo no quiero adelantar las elecciones. Creo que lo mejor es la estabilidad y cumplir las reglas del juego”, zanjó.