Comenzó a construirse durante las últimas bocanadas de aire de la bonanza económica, a principios del año 2009. Y el zaragozano pueblo de Fuendetodos soñaba con ver un museo contemporáneo de grabado a la altura de su ilustre vecino: Francisco de Goya y Lucientes.
Al final, el fantasma de la crisis económica entró en los hogares españoles y sacudió a las arcas públicas de todas las instituciones. Fuendetodos, ante la falta de inversión por parte del Ministerio de Cultura o la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), fue testigo de la paralización de las obras de su soñado museo durante el año 2014.
Ahora, casi tres años después, el pueblo se divide sobre el uso del museo, su futuro presupuestario, y la realidad vital de un municipio despoblado que añora los días en que políticos o galeristas impulsaban un museo que engalanara el pueblo que vio nacer a Goya.
LA MOLE DE HORMIGÓN
Enrique Salueña (Compromiso por Aragón) es el alcalde del municipio zaragozano tras las últimas elecciones municipales. Su dedicación diaria es la realidad política de la España vacía. Gestor de las cuentas, del alumbrado y del interminable museo contemporáneo del grabado en este municipio de apenas 126 habitantes de la zaragozana comarca de Belchite. Salueña, abre las puertas de su municipio para mostrarnos un museo que “se les fue de las manos y ahora nadie quiere continuar”.
La génesis del proyecto nace de la mano del anterior alcalde, Joaquín Gimeno (PSOE), con el impulso del Ministerio de Cultura, por aquel entonces encabezado por Ángeles González-Sinde. “Iba a ser el motor económico de Fuendetodos, el Guggenheim de aquí, y aportaron estudios sobre los beneficios que tendría el pueblo. Lo vendieron de maravilla”, explica Salueña mientras pasea por los recovecos del ruinoso museo.
El museo contemporáneo se concibió para dar cabida a todas las series de grabado del pintor aragonés [caprichos, desastres, tauromaquia y disparates] que son propiedad del Ayuntamiento. Actualmente, Fuendetodos cuenta con un museo de grabado en una edificación rehabilitada en el núcleo del pueblo pero, por su capacidad, no puede albergar toda la obra de grabados de Goya. Ahí fue cuando se pensó en construir un edificio que pudiera albergar todo su legado para ser foco de turistas, curiosos o artistas.
- ¿Cómo le llamáis al edificio de manera coloquial en el pueblo?
- De todo, pero lo que más se oye es 'la mole de hormigón'
Enrique repasa cada fallida estancia con la tranquilidad de quien convive con los retazos del exceso y del derroche. Durante el recorrido, enumera cada rincón sin vida, lamentándose del abultado presupuesto que acarreó un agujero importante al ayuntamiento durante esos años. Según explica Enrique, “el proyecto hubiera costado cerca de cinco millones pero al final se debió gastar poco más de dos millones por parte de todas las instituciones”.
Enfilando la salida del museo contemporáneo de grabado, el alcalde detalla: “Nos lo han pedido para hacer un juego de guerra –paintball-. Una empresa madrileña quería convertirlo en el centro más grande de España”. Y remarca: “Ni se me ocurrió aceptarlo, en el pueblo me encorren ['persiguen'] durante años”.
“NO PODEMOS NI ABRIR LA PUERTA”
Enrique Salueña intenta buscar alguna fórmula para revitalizar el compromiso de las instituciones y que decidan aportar la financiación necesaria para su construcción completa. “La solución tiene que darla el Ministerio de Cultura o las instituciones aragonesas, de hecho, ya podría el Gobierno de Aragón dedicar un duro, que nunca ha invertido en este museo”, critica Salueña.
Según cuenta el alcalde de Fuendetodos, “en el ayuntamiento no podemos ni abrir la puerta del museo, entre los gastos de luz, calefacción y personal sería una ruina para un municipio de menos de cien contribuyentes”. Según relata Enrique Salueña, “nadie firmó quién se haría cargo del coste una vez abierto": "Se quiso construir algo enorme sin pensar en su viabilidad durante años”.
La técnico cultural del Ayuntamiento de Fuendetodos, Ana Peral, explica la génesis de un proyecto que “no nació muerto” pese a su declive actual. Peral cuenta que durante la construcción se comenzó a recibir numerosas obras de destacados pintores para que fuera expuesta en el futuro museo como contribución “al legado de Francisco de Goya”. De hecho, el fallido museo se hubiera convertido en “el museo de grabado más grande de España”.
La trabajadora municipal destaca las cantidades exactas percibidas por el Ayuntamiento para la construcción mediante subvenciones del Ministerio de Cultura o la diputación de Zaragoza. “Nunca se proyectaron los plazos de ejecución de la obra completa. Cada fase de construcción se ejecutaba en función de la subvención”, explica Peral mientras detalla que solo se completaron cinco fases de la obra. “La sexta fase era para cerrar de manera completa el edificio -900.000 euros- y se nos cerró el grifo por parte del Ministerio en el 2014”.
El estudio de arquitectura que ideó el proyecto – y gestionaba las obras- del futuro museo contemporáneo de Fuendetodos, Matos-Castillo Arquitectos, expresa su “pena” ante el perenne fallecimiento del museo de grabado. “Queremos continuar el museo porque creemos en su origen como una actividad interesante para un pueblo tan pequeño”, cuenta Beatriz Matos. Esperan una solución cercana por parte de las instituciones aragonesas o españolas para darle salida al ruinoso museo.
4.100 OBRAS RETENIDAS EN UN ALMACÉN
“Ahí están, parece un secuestro o una retención de obras de tanto valor en un pueblo perdido de la provincia de Zaragoza”, explica la responsable del museo actual de grabado. Durante la construcción del nuevo edificio se reunieron cerca de 4.100 grabados de artistas de todo el mundo; una cesión a Fuendetodos para darle fuste a su futuro museo contemporáneo de grabado.
Los casi 4.100 grabados nunca han sido expuestos y desde su llegada a Fuendetodos han sido almacenados en una estancia del actual museo de grabado. “Algunos son una autentica joya, de artistas reconocidos a nivel mundial”, detalla la responsable del museo de grabado. Recientemente, se realizó un inventario por el departamento de Cultura de la diputación de Zaragoza. Fuentes del citado departamento explican que “es posible que el valor de los grabados en su conjunto supere el coste de las obras de construcción del museo”.
HABLA UN “LUCIENTES”
Según cuentan los vecinos en el pueblo, Antonio Lucientes es “el único descendiente” de Goya que queda en el municipio zaragozano. Antonio abre las puertas de su austero hogar para explicar su particular visión del futuro del museo vinculado a Francisco de Goya y Lucientes.
“Fue algo bueno, que iba a traer turismo y dar vida al pueblo”, cuenta Antonio desde su butaca. Remarca durante la conversación la falta de “rasmia” ['hacer las cosas vivamente'] que hay en España o Aragón para “defender lo nuestro”.
- ¿Qué pensaría Goya si viera abandonado un proyecto museístico en su pueblo para prestigiar su obra?
- Si levantara cabeza, diría que nos fuéramos todos a Francia. Le decían 'el afrancesado', pues ya está, seguro que ahí le tienen en consideración
Los recientes datos del número de visitantes que acuden a Fuendetodos sitúan al municipio con cerca 20.000 visitantes anuales. Unas cifras que recuerda Antonio: “La despoblación viene dada por los pocos dineros que invierten en los que vivimos en pueblos”. Porque, para Antonio, el único deseo “es ver terminar la obra para que dé vida a un pueblo que lo único que tiene es a Francisco de Goya”.