El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, que investiga el atentado contra embajada de España en Kabul en el que murieron dos policías españoles, ha pedido al Ministerio del Interior que le remita las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio para saber si los talibán pudieron planear desde dentro el ataque perpetrado el 11 de diciembre de 2015. De este modo el juez acepta buena parte de las peticiones que le realizaron los familiares de las víctimas y sus compañeros para seguir investigando los hechos.
En una batería de diligencias a la que ha tenido acceso este periódico, el magistrado se dirige a la Comisaría General de Información de la Policía Nacional para que “aporten las grabaciones de las cámaras de seguridad de la embajada, desde el día 1 de diciembre de 2015 hasta la hora del asalto”. La petición tiene por objeto “cotejar esas imágenes con las del atentado, para averiguar si habían accedido con anterioridad a la embajada”.
Para completar los trabajos, pide a la misma Comisaría General de Información que remitan al Juzgado los nombres y las fotografías de los autores materiales del atentado, “que fueron abatidos finalmente por fuerzas norteamericanas”. Pedraz también quiere el informe que elaboró el agregado de Interior en la embajada, quien inspeccionó todo el edificio consular. Las conclusiones de ese informe sirvieron para que Interior emitiese un oficio al juzgado seis meses después defendiendo que las medidas de seguridad en la embajada eran las adecuadas.
El pasado 20 de enero la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional avaló en un auto la investigación iniciada contra el embajador de Kabul y su ‘número dos’ por sus presuntas negligencias en materia de seguridad antes del atentado talibán. “Los querellantes tienen derecho a que se investigue la falta de diligencia atribuida a las autoridades españolas”, sostenía el auto.
Entre las diligencias solicitadas incluye también el correo electrónico que recibió la Agregaduría de Defensa española en Kabul sobre las 8 de la mañana del mismo día del atentado “alertando del riesgo de atentado inminente contra la embajada de España”. Los responsables de la embajada admiten que no se percataron de esta comunicación y por ello no avisaron de ello al equipo de seguridad. Desde el Ministerio del Interior restan importancia al aviso porque, según dicen, eran muy frecuentes y sus datos muy generales.
Ese correo fue enviado por la Agregaduría de Defensa de Francia por lo que Pedraz pide al Ministerio de Defensa que se ponga en contacto con este Departamento. Al mismo tiempo pide todos los informes elaborados sobre la seguridad estática elaborados desde 2008. También solicita el listado de entradas y salidas en la embajada desde el 3 de septiembre hasta el día del atentado.