María Dolores de Cospedal ha salvado por sólo 25 votos su camino para mantener la secretaría general del PP. En una votación mucho más ajustada de lo que se preveía, los compromisarios han tumbado la enmienda en la que se pedía que el cargo que ocupa en el partido Cospedal no fuera compatible con su silla en el Consejo de Ministros como titular de Defensa. Se han registrado 303 votos a favor por 328 en contra y 8 abstenciones.
Aunque no ha habido sorpresa en la Caja Mágica, los resultados han demostrado que sí hay división de opiniones en el partido respecto a la posición de Cospedal como mano derecha de Rajoy en el aparato de Génova.
De las 1.334 enmiendas presentadas, las que más interés suscitaban eran las referidas a la acumulación de cargos tanto dentro del partido como entre la organización y el Gobierno. El debate afectaba de lleno a la mano derecha de Rajoy, que además ministra y secretaria general del partido desde 2008 es presidenta del PP manchego desde 2006.
El morbo estaba servido porque un compromisario de Cuenca, el abogado Francisco Risueño, registró una enmienda en la que pedía expresamente acabar con esa duplicidad.
Dentro del PP se ha atribuido el origen de esta propuesta ‘personalizada’ a viejas rencillas relacionadas con la designación del ministro Rafael Catalá como ‘cunero’ en la lista por Cuenca.
En cualquier caso, su debate y votación estaban llamados a convertirse en lo más interesante de la ponencia de estatutos desde el momento en que algunos destacados cargos del partido como el sevillano Juan Manuel Moreno o el presidente de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo manifestaron su oposición -en el caso del primero- o su renuencia a la compatibilización de cargos.
La ministra y secretaria general ha reivindicado su capacidad para mantener ambos puestos sin que Rajoy se haya pronunciado de un modo taxativo al respecto. Ahora tiene pista libre para mantener ambos cargos, o no. Dependerá del dedo de Rajoy.