¿Han activado el Gobierno central y la Generalitat un discreto diálogo para destrabar las relaciones? Según Enric Millo, delegado del Gobierno de Mariano Rajoy en Cataluña, sí. Según el presidente catalán Carles Puigdemont, no. "Ni privada ni oficial", ha recalcado, aunque "créanme: nos gustaría".
"Sería ya hora de que si el Gobierno español tiene ganas de hablar sobre alguna propuesta concreta ponga algo sobre la mesa", ha afirmado Puigdemont en declaraciones a los medios desde Narbona (Francia), donde se ha reunido con la presidenta de la región de Occitania, Carole Delga. El presidente catalán, que se ha sumado al desmentido previo que ha realizado la portavoz del Govern, Neus Munté, ha subrayado que si no se ha reunido ya con Rajoy no es por "un problema de mi agenda".
Millo ha sorprendido este domingo reconociendo que existe una agenda oculta en las negociaciones entre ambas partes para alcanzar una solución pactada al desafío catalán. "El diálogo se produce, aunque los encuentros no son siempre públicos", ha asegurado el representante del Gobierno central en una entrevista en la televisión pública TV3. Según ha relatado, los encuentros han tenido lugar en las cuatro capitales catalanas, aunque no ha querido desvelar sus protagonistas.
Según Millo, la negociación con la Generalitat se está realizando de forma secreta para evitar interferencias, algo que bajo su punto de vista pone de manifiesto la "dificultad de la situación". "La interlocución del Gobierno de España no se canaliza sólo con el Govern de la Generalitat, que también, sino a través de los ayuntamientos, instituciones catalanas y entidades sociales y económicas", ha asegurado. Según Millo, las partes comparten "opiniones y puntos de vista" aunque dar explicaciones públicas sobre los avances de estos encuentros bilaterales es algo complicado.
Puigdemont, sin embargo, ha bromeado con la situación comparando la apuesta por el diálogo que ha expresado el Gobierno en reiteradas ocasiones con el Espíritu Santo: "Todo el mundo habla de él, pero nadie lo ha visto".
La batería de propuestas para Cataluña
Según el delegado de Gobierno, el Ejecutivo de Rajoy ultima ya una batería de propuestas en base a la lista de peticiones que le hizo llegar Puigdemont hace ya casi un año, cuando fue investido presidente de la Generalitat.
Las 23 demandas presentadas en ese momento se sumaron a las que Artur Mas había presentado unos meses antes, recuerda El Periódico. De esas 46 peticiones, demandas de todo tipo y que en su mayoría son promesas y acuerdos no cumplidos por parte del Gobierno central, hay una que pesa más que las otras 45 juntas: la celebración de un referéndum de autodeterminación. La propuesta del Gobierno para reconducir el conflicto territorial recogería, según las primeras informaciones, todas las peticiones del Govern menos el referéndum.
“Nuestra obligación es dialogar para encontrar una alternativa al bloqueo actual que lleva al callejón sin salida del referéndum ilegal”, ha señalado Millo en su entrevista con TV3. En esta tercera vía se incluye la reforma del modelo de financiación y la mejora en materia de inversiones. “Se puede hablar de la necesidad de mejorar las infraestructuras de comunicación, que cercanías funcione mejor o que el eje mediterráneo sea una realidad, con lo que estamos comprometidos”, ha declarado Millo. “Sentémonos y hablemos de ello”.
En este sentido, Puigdemont ha recordado que los 46 puntos presentados al presidente Rajoy en abril de 2016 forman parte de las reivindicaciones previamente negociadas y pactadas entre las administraciones. Se trata de un listado de agravios, como se defiende en algunos sectores de CDC. Para Puigdemont, si lo que el Gobierno pretende ofrecer es cumplirlas es que "no ha entendido nada".
La propia Neus Munté, portavoz del Ejecutivo catalán, afirmó que solucionar los incumplimientos que han denunciado Mas y Puigdemont sería correcto, pero que el encaje territorial sigue siendo el verdadero problema y que la Generalitat lo que desea es "hablar de un referéndum" sobre la independencia de Cataluña.
Sin reforma de la Constitución
Las cuestiones que se abordan en la oferta del Gobierno respecto a la financiación y las infraestructuras se pueden ejecutar sin reformar la Constitución, que recoge los mecanismos para realizar los cambios que se exigen desde algunos sectores, aunque hasta la reforma de la Carta Magna sería posible según las palabras de Millo.
Entre esas 46 peticiones, la Generalitat pide la descentralización de la gestión del 0,7% del IRPF para fines sociales (algo que avala el Tribunal Constitucional) o el respeto del modelo de escuela catalana; y en el capítulo de infraestructuras el Corredor Mediterráneo o el Cuarto Cinturón, recoge El Periódico.
“Se puede hablar de todo, pero de cómo se vulnera la ley es perder el tiempo”, ha aseverado. Desde Madrid se entiende que la condición que se anexa a esta batería de propuestas es que el Govern abandone la pretensión de celebrar un referéndum.