La presidenta del Gobierno regional, Cristina Cifuentes, ha puesto en conocimiento de la Abogacía General de la Comunidad de Madrid el caso de la campaña de HazteOir con un autobús contra los niños transexuales y ha pedido a la delegada de Gobierno, Concepción Dancausa, que lo lleve también a la Fiscalía por si es constitutivo de delito.
HazteOir ha puesto en marcha una campaña desde ayer con un autobús que circula por la ciudad de Madrid con unos vinilos de color naranja en el que se puede leer 'Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si naces mujer, seguirás siéndolo'.
En una entrevista en TVE, Cifuentes ha indicado que le parece "completamente impresentable" y que la campaña tiene una "finalidad", que es "una provocación absoluta". De hecho, ha indicado que "en cierto modo" va dirigido hacia ella, "porque quien está promoviendo esta campaña tiene un larguísimo historial".
Cifuentes lo ha puesto en conocimiento de la Abogacía General de la Comunidad para que estudie si es de aplicación la ley 2/2016 de Igualdad y No Discriminación de la Comunidad de Madrid y por si al amparo de esta ley "se pudiera realizar algún tipo de actuación".
En esta normativa se recoge dos puntos. Por un lado, se "prohíbe cualquier acto de discriminación directa o indirecta, por razón de orientación sexual, identidad de género, expresión de género o pertenencia a grupo familiar". "La ley garantizará la protección efectiva contra cualquier discriminación", añade.
Contracampaña en buses públicos
Por su parte, el PSOE quiere una contracampaña para reparar "el daño ocasionado a los niños transexuales". Este lunes, un autobús naranja impulsado por los ultracatólicos de HazteOir recorría las calles de Madrid con un mensaje: "Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen". Los socialistas, indignados por los rótulos, han propuesto al Ayuntamiento capitalino que llene los vehículos públicos de mensajes en sentido contrario, que insten al respeto de estos menores.
"Queremos una ciudad libre de discriminación y de violencias. Hemos propuesto una campaña que recompense el daño ocasionado", ha explicado Purificación Causapié, líder del PSOE en Madrid.
Va de 'contracampañas'
Va de contracampañas. Consultados por este periódico, los activistas de HazteOir relataron que su autobús, cuyo viaje sólo acaba de empezar, pretende contestar a la asociación Chrysallis Euskal Herri, que lanzó la siguiente publicidad en marquesinas de País Vasco y Navarra: "Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo".
El autobús ultracatólico, que recorrerá varias capitales de provincia si la ley no lo impide, publicita su "libro prohibido", un trabajo con el que denuncian que el sistema de enseñanza "se haya entregado a gays, lesbianas y transexuales". En la portada, aparecen dos niños saludando a la romana, cual fascista, a una bandera del colectivo LGTB. "¿Saben lo que quieren enseñar a tu hijo en el colegio?", preguntan. “Es mucho lo que nos jugamos. Combatir esta nueva forma de adoctrinamiento ideológico es una obligación de todos”, se puede leer en la cubierta del libreto.
¿Infringe la ley?
El año pasado, la Comunidad de Madrid aprobó una ley de "Igualdad y no discriminación" en busca de la protección del colectivo LGTB. Cristina Cifuentes, que ha tachado de "impresentable" el autobús ultracatólico, ha puesto el caso en manos de la abogacía regional por si estuviera infringiendo la ley.
La normativa prohíbe "cualquier acto de discriminación directa o indirecta, por razón de orientación sexual, identidad de género, expresión de género o pertenencia a grupo familiar" y garantiza "la protección efectiva contra cualquier discriminación".
De ahí que el cuerpo letrado de la Comunidad de Madrid se esté planteando poner fin al viaje del vehículo naranja.
La primera denuncia
Por su parte, Arcópoli -que lucha por la igualdad del colectivo LGTBI- ha escrito una denuncia ante la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. Según su gabinete jurídico, el lema del autobús transfobo lleva consigo “un mensaje negacionista contra un sector de la población que existe”: las personas transexuales y transgénero.
“Invisibilizar su realidad y negar su identidad puede provocar aislamiento, estigmatización y malestar en especial a niñas, niños y adolescentes trans, que ya sufren a menudo acoso escolar transfobo y que esta campaña es otra muestra más de rechazo de una parte de la sociedad a su dignidad”, explican en una nota de prensa.
El coordinador de Arcópoli, Yago Blando, asegura que este tipo de mensajes pueden hacer “mucho daño” a adolescentes que se encuentran en una situación “muy vulnerable y que ya viven situaciones de acoso y violencia por ser trans”. “Necesitamos que los poderes públicos actúen de forma contundente contra campañas que vulneran los derechos humanos”, sentencia.