Montse Ramírez

El Gobierno vasco ha admitido la imposibilidad de comprobar una de las condiciones impuestas al desarme de ETA; que la organización terrorista entregue la totalidad de su arsenal. Confía en que su contenido tenga la “envergadura suficiente” para hacer creíble que sigue el criterio establecido y se trata de una entrega “completa” del armamento en poder de la banda, pero advierte de que al igual que ha ocurrido en otros procesos similares con otras organizaciones terroristas no es posible reunir una garantía total al respecto.

“Conciencia efectiva e indubitada no existe en ningún caso del mundo”, ha reconocido su portavoz, Josu Erkoreka, este martes. “No se puede garantizar al cien por cien pero no es lo mismo dos pistolas que un número notable”, ha añadido.

Erkoreka ha insistido que su Gobierno, que está prestando cobertura al desarme, hará sus “comprobaciones” para que el “volumen” del material que ETA suministre permita visualizar que se trata del “grueso” del armamento del que dispone y aporte “credibilidad” a la entrega, de tal forma que la sociedad vasca tenga la convicción de que se desprende del conjunto de las armas que posee. No ha dado más detalles.

El Gobierno vasco insiste en que contribuirá con “todo lo que esté al alcance de su mano” a que el desarme sea definitivo y a que se lleve a cabo de forma legal y sin contraprestaciones. Pero se mueve con suma precaución y no sólo por la discreción que exige la buena marcha del proceso. No olvida la burla que supuso en 2014 el inventario de lo entregado por la banda a la Comisión Nacional de Verificadores, apenas unas armas y unos kilos explosivos, en una operación que contó con su respaldo y la implicación personal del lehendari Urkullu. Además, los cuerpos policiales españoles y franceses tampoco son capaces de concretar con exactitud el volumen del armamento en poder de ETA.

Se ofrecen cálculos de varios centenares de armas y entre cuatro y cinco toneladas de explosivos ocultos en depósitos y zulos, pero sólo son aproximaciones, aunque la mayor duda que persiste no es sobre la cantidad sino si la banda armada se decidirá a poner en manos de las autoridades francesas las pistolas con las que ha cometido atentados aún sin esclarecer.

URKULLU NO IRÁ A BAYONA

Por las mismas razones de prudencia y cautela, el Ejecutivo de Íñigo Urkullu no acaba de concretar de qué forma estará presente o supervisará la entrega de las armas, que según lo anunciado por los intermediarios franceses tendrá lugar fuera de Bayona y antes de que den comienzo los actos públicos de apoyo organizados en la citada localidad.

De ese guión, de cómo el grupo de Louhossoa hará llegar las coordenadas de los arsenales a las autoridades francesas a través de la Comisión Nacional de Verificadores de Ram Mannikalingam y de la intervención del Ejecutivo vasco en la certificación del desarme no ha trascendido nada.

Lo único que ha quedado oficialmente aclarado hasta el momento es que el Gobierno de Urkullu no piensa participar este sábado en lo que se prevé va a ser una celebración capitalizada por la izquierda abertzale y que el PSE-EE, socio del PNV en el Ejecutivo”, ha tildado ya de “circo” y de “romería”.

“La actuación del Gobierno sobre el desarme concluirá el día 8 a las 10.30 de la mañana”, ha asegurado este martes Erkoreka. Ni el lehendakari ni ningún consejero avalarán con su presencia en Bayona la jornada organizada por el grupo que ha mediado con ETA, los autodenominados “artesanos de la paz”, que está siendo respaldada por Sortu y EH Bildu.

Según el programa dado a conocer, los actos arrancarán a las diez y media con la exhibición de la película “Paz ahora, una demanda popular”, de Thomas Lacoste, a la que seguirán dos mesas redondas de debate con expertos en procesos de resolución de conflictos. El acto central consistirá en una concentración multitudinaria a partir de las tres de la tarde, que se pretende sea “plural y masiva” y se lleve a cabo desde el respeto al sufrimiento causado “en todas las partes”.

El programa está colgado en la página web abierta sobre la jornada, donde los organizadores exhiben sus objetivos, realizan un llamamiento a acudir y piden donativos para sufragar los gastos a los que tienen que hacer frente.

ACTO ALTERNATIVO DEL PP

El PP vasco ultima mientras tanto el acto organizado en la capital alavesa para este viernes día, 7, con el objetivo de presentar el desarme como fruto de la derrota obtenida sobre ETA y no como consecuencia de un conflicto sin vencedores ni vencidos. Contará con la participación de representantes de asociaciones de víctimas y colectivos implicados en la lucha contra el terrorismo.

A partir de las cinco y media de la tarde, en un hotel de Vitoria, los populares vascos presididos por Alfonso Alonso reclamarán un relato veraz sobre lo sucedido en el País Vasco. Recalcarán que la entrega de las armas no es un acto voluntario de la banda terrorista, sino que se produce como consecuencia de su “rendición”, obligada por la presión judicial y policial y por la oposición de la mayoría de la sociedad vasca, según expuso la nueva secretaria general del partido, Amaya Fernández, en la presentación de la iniciativa la semana pasada.

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